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UNIDAD 2.

TRABAJOS PRÁCTICOS

Segundo Año

EL MEDIO AMBIENTE DE AMÉRICA,

LOS BIOMAS DE AMÉRICA.

Los biomas de América.

Los biomas son áreas con un mismo tipo de flora y fauna. Debido a su extensión en latitud y a su gran variedad de relieves, América presenta biomas muy diversos. Las sociedades transforman estos biomas para aprovechar los recursos naturales disponibles en ellos. Por esta razón, en la actualidad prácticamente no existen biomas en su estado original.

Los biomas: una primera clasificación.

Se denomina biomas a las áreas que presentan comunidades de plantas y animales de estructura semejante, adaptadas al tipo de clima, relieve y suelo de la región que habitan. El concepto de bioma permite identificar y analizar la distribución de las especies vegetales (flora) y animales (fauna) que se desarrollan en América, y también la variedad de especies o biodiversidad. El continente americano presenta diferentes características climáticas y diversos tipos de relieve en toda su extensión. Debido a esta variedad de condiciones naturales, es posible encontrar distintas clases de biomas en su superficie. Una manera de identificar estos biomas es a partir del tipo de formación vegetal predominante enuna región: pastizal, sabana, selva, bosque, pradera, etc.

De acuerdo con el clima en el que se desarrollan, se pueden distinguir cuatro grandes grupos de biomas continentales: los biomas de clima cálido, los biomas de clima templado, los biomas de clima frío y los biomas de clima seco.

Los distintos climas, y los distintos tipos de biomas.

Los climas cálidos y húmedos presentan condiciones óptimas para el desarrollo de biomas de gran diversidad de especies: este es el caso de las selvas y los bosques tropicales, los biomas con la mayor diversidad animal y vegetal del planeta. En cambio, cuanto menor es la temperatura y la humedad en un ambiente, tiende a disminuir su capacidad para sustentar biomas con una amplia diversidad de especies. Es por esta razón que cuanto más cerca se encuentra un bioma de zonas polares o de desiertos, menor es la cantidad y variedad de seres vivos presentes allí.

Los biomas marinos.

América también presenta biomas marinos. Por lo general, las zonas con biomas marinos de mayor biodiversidad son las que se encuentran en aguas cálidas. En cambio, los biomas de aguas frías suelen presentaruna biodiversidad inferior.

Los Factores que determinan la distribución de los biomas.

 La distribución en el planeta de las especies animales y vegetales está determinada por una serie de factores:

 La temperatura. Influye en el crecimiento de los organismos: cuando es extrema (muy alta o muy baja), limita el desarrollo de especies animales y vegetales. Las precipitaciones. Los climas más húmedos permiten un mayor desarrollo de especies. La fertilidad del suelo. Determina el grado de cobertura vegetal: cuanto más fértiles son los suelos, mayor cantidad de vegetación crece en ellos y mayor es la disponibilidad de alimento para la fauna. La altitud. Cuanto mayor es la altura del terreno, menor es la temperatura y, por lo tanto, más limitado es el crecimiento de la vegetación. Por eso, en zonas montañosas, las laderas suelen presentar una disminución de la flora y la fauna con la altura.

En la actualidad, los biomas de América se encuentran profundamente transformados por las actividades humanas. En algunos casos, esta alteración ha puesto en riesgo la supervivencia de muchas de las especies y ecosistemas del continente, y ha generado la pérdida de recursos biológicos y el deterioro del ambiente. Todo ello lleva a que los biomas originales sean sumamente escasos tanto en América como en el resto del mundo.

Los ecosistemas y biomas.

​Todos los seres vivos que habitan un lugar están relacionados entre sí y con el medio inorgánico que los rodea. Esto significa que constituyen una unidad ecológica o ecosistema. Dentro de cada ecosistema, existen flujos constantes de energía y materia: la fuente energética más importante es la radiación solar. Por otro lado, cuando los animales y vegetales mueren y se descomponen, sus minerales pasan a formar parte del suelo. Estos minerales son tomados luego

por las plantas para nutrirse y, de esta manera, integran nuevamente la cadena alimentaria. El conjunto de animales y vegetales que forman la parte orgánica de este sistema se denomina comunidad biótica o biocenosis. La parte inorgánica o abiótica (el aire, el suelo, el agua y los distintos factores climáticos) es el biotopo.

Las condiciones naturales influyen en el desarrollo de los ecosistemas y en el modo en que sus componentes se interrelacionan. Cada bioma está integrado por un conjunto de ecosistemas: en él conviven distintos sistemas integrados por especies vegetales y animales adaptadas a las condiciones físicas del lugar y que se encuentran distribuidas en él de manera estable.

Los biomas cálidos y templados.

Los biomas templados y cálidos son los más ricos en recursos valorados por las sociedades para el desarrollo de actividades agropecuarias y forestales. Por esta razón, de biomas muy modificadas por las sociedades.

Las selvas, los bosques y las sabanas.

En las zonas tropicales e intertropicales de América se desarrollan los biomas de clima cálido. Las altas temperaturas y precipitaciones abundantes de las áreas intertropicales favorecen el crecimiento de selvas y bosques tropicales. Estos biomas presentan una gran diversidad de especies animales y vegetales.

Debido a su abundancia, la vegetación de las selvas y bosques se dispone en estratos o capas que compiten por la luz solar. El estrato más importante es el arbóreo: los árboles pueden superar los 40m de altura. En estratos inferiores, se ubican árboles de menor altura, arbustos, hierbas, plantas epífitas y lianas, que dan un aspecto enmarañado al conjunto. La fauna de estos biomas está compuesta principalmente por monos, reptiles, felinos, marsupiales, insectos, aves mariposas y peces.

Las zonas tropicales, por su parte, tienen una estación lluviosa y otra seca. Allí se desarrolla la sabana, que es una formación vegetal abierta, de pastizales y árboles dispersos o en pequeños grupos. La biodiversidad en este bioma es menor.

Los recursos en los biomas cálidos.

Cada bioma es valorado y utilizado por las sociedades a partir de necesidades, objetivos y tecnologías diferentes. Por eso, sus transformaciones y las consecuencias de estas acciones varían.

En las selvas y bosques tropicales, el recurso más valorado son los árboles. Algunas de las especies que crecen en estos biomas tienen maderas duras y resistentes, de alto valor comercial. Estas especies conviven con muchas otras que no son valoradas económicamente. Sin embargo, debido a que la tala selectiva implica mayores costos y tiempos, las grandes empresas suelen realizar una tala masiva.

La deforestación o tala indiscriminada de árboles no solo reduce drásticamente la cantidad de especies vegetales, sino que también destruye el hábitat de la fauna silvestre. Esta práctica daña, además, las funciones ambientales que desempeñan los bosques y selvas: al haber menos árboles, disminuye la renovación del oxígeno y la protección del suelo y de las cuencas hídricas.

Si bien algunas áreas se reforestan con árboles exóticos de crecimiento rápido para la producción de maderas y papel, la mayor parte de los suelos deforestados se destina a actividades agrícola-ganaderas o mineras. También las sabanas han sido incorporadas a estas prácticas. En ellas, acciones como el monocultivo provocan la degradación del suelo.

Los biomas templados: praderas y estepas.

Las latitudes medias de América presentan temperaturas moderadas y precipitaciones distribuidas irregularmente a lo largo del año. Estas condiciones limitan el desarrollo de los árboles. Por esta razón, en esas áreas predomina la vegetación herbácea, que forma una “tapiz” de hierbas que cubre el suelo. Este es el bioma de pradera. En América del Sur, la pradera se extiende por las llanuras de la Argentina, Uruguay y el sur del Brasil.

En América del Norte, por el centro y oeste de los Estados Unidos, sur de Canadá y nordeste de México.    Hacia el interior del continente, la aridez aumenta. Esto determina un desarrollo menor de la cobertura vegetal: los pastos son más duros y escasos, y existen zonas con suelos desnudos. Este bioma es la estepa.

Monocultivo. Sistema de producción agrícola donde la tierra disponible se destina al cultivo de una sola especie vegetal. Especies autóctonas. También llamadas nativas, son las especies originarias de un bioma sin intervención humana. Sobrepastoreo. Pastoreo intensivo que no permite la reproducción de las plantas.

El uso del suelo en las zonas deforestadas y las sabanas.

La transformación de los biomas templados.

Los biomas de clima templado son óptimos para la realización de actividades ganaderas y agrícolas. Para desarrollar estas actividades, las sociedades los han transformado profundamente. La agricultura y la ganadería provocaron en ellos una pérdida de biodiversidad: los ecosistemas naturales complejos fueron reemplazados por otros simples y artificiales, que desplazaron las especies autóctonas, muchas veces consideradas “malezas” o “plagas” por los productores agropecuarios.

En las praderas del continente americano, el monocultivo, el sobrepastoreo y el uso de maquinarias y agroquímicos provocaron un deterioro de los suelos. Este problema es aún más grave en las estepas, donde la aridez y el menor desarrollo de la vegetación hacen a los suelos más propensos a la erosión y la desertificación.

Los biomas fríos y desérticos.

A pesar de las temperaturas extremas y la escasez de agua que dan lugar a los biomas fríos y desérticos, también estos fueron ocupados y modificados por las sociedades. Se trata de biomas muy vulnerables a las transformaciones humanas.

Los Bosques fríos.

En América del Sur, en las zonas montañosas del sur de Chile y la Argentina, donde predomina el clima frío y húmedo, se desarrolla el bosque andino-patagónico. Entre su flora se destacan las coníferas, los alerces y los cipreses, y especies caducifolias como las lengas o los cohiues, que pierden sus hojas por temporadas. Su fauna es variada: pumas, zorros, y ciervos como el huemul o el pudú.

Si bien este bosque fue poco alterado por la acción humana, en él fueron introducidas especies exóticas que desplazaron a las autóctonas. También en América del Norte existen bosques fríos. En el norte de Canadá, se desarrolla la taiga, un tipo de bosque formado por especies como el abeto o el arce. En el oeste de Estados Unidos, crecen bosques de coníferas como los cedros o las secoyas. Este tipo de bosque se extiende también hacia zonas de clima templado. La fauna de los bosques fríos del norte está conformada por caribúes, osos pardos, roedores y una gran variedad de aves.

Un bioma protegido.

Algunos sectores de bosque frío se deforestaron para obtener maderas, o para destinar el suelo al uso ganadero a la plantación de árboles de crecimiento rápido. Sin embargo, en la actualidad, numerosas áreas naturalesprotegidas permiten conservar parte de este bioma: por ejemplo, el parque nacional Nahuel Huapi en la Argentina, el Puyehue en Chile, el parque Príncipe Alberto en Canadá y el Yosemite en los Estados Unidos. Todos ellos buscan preservar el bioma de bosque frío.

Los biomas de montaña.

En el oeste de América, el relieve montañoso influye en el clima y determina la formación de pisos escalonados de vegetación, desde la base hasta la cumbre de las montañas. En las zonas más bajas, el bioma dominante es la selva o bosque. A medida que se asciende, la diversidad de especies disminuye y aparece el bosque.montano, donde predomina una sola especie. Por encima, se ubican los prados o estepas de altura y, finalmente, la roca desnuda y las nieves eternas.

Las zonas más transformadas por la actividad humana suelen ser los valles se altura intermedia, donde el clima es templado y favorece el asentamiento y las actividades agropecuarias. Allí se encuentran, por ejemplo, las capitales de Ecuador (Quito, a 2.850m s.n.m.) y de Colombia (Bogotá, a 2.640m s.n.m.).

La nubiselva

Existe un tipo especial de bioma de montaña que crece en las laderas de las montañas y que se caracteriza por tener especies propias del bosque tropical gracias a la presencia de nubes bajas. Por esta razón, se lo conoce como nubiselva. En la Argentina y Bolivia recibe el nombre de yunga.

Los desiertos de América.

En las zonas de clima árido, se desarrollan biomas desérticos. Los factores de aridez son diversos. La causa principal es la escasez de precipitaciones debido a la presencia de cordilleras, que impiden el paso de los vientos húmedos. Esto ocurre en el altiplano, la Patagonia extraandina, el sudoeste de los Estados Unidos y el centro- norte de México. Otro factor que puede causar aridez es la presencia de una corriente fría, como la de Humboldt, origen del desierto que se extiende en las costas del Perú y Chile. El desierto es un bioma caracterizado por la escasez de vegetación y fauna. Algunas zonas desérticas presentan, incluso, un suelo desnudo, sin cobertura vegetal.

Donde las condiciones son menos extremas, se desarrolla la estepa, caracterizada por la presencia de pastos duros y arbustos bajos. Estas zonas son favorables para la ganadería ovina, caprina y camélida. En los desiertos, los ríos, lagos y vertientes forman oasis naturales. En ellos suele concentrarse población. Para poder desarrollar la agricultura donde las lluvias son escasas, las sociedades crearon, también, oasis artificiales mediante obras de ingeniería.

Lo Desertificación.

Algunas prácticas agrícolas, como el monocultivo, el sobrepastoreo o la tala e incendios de bosques, generan una enorme pérdida de la cobertura vegetal protectora del suelo. Cuando esto sucede, los suelos quedan expuestos a agentes erosivos como el viento y la lluvia. Con el tiempo, estas áreas se desertifican: esto significa que, si bien no son naturalmente áridas, comienzan a tener rasgos similares a los desiertos. Este proceso tiene un impacto ecológico (la pérdida de biodiversidad) y también económico (la reducción de las tierras aptas para el cultivo y la ganadería). Así sucedió, por ejemplo, en algunas zonas de la Patagonia argentina.

A lo largo de los años se han intentado diversos métodos para recuperar terrenos desertizados. Un sistema que ha tenido éxito en diferentes regiones del continente es la reforestación progresiva de las áreas afectadas mediante la introducción de plantas que soportan los niveles de sequía. Con el tiempo, la presencia de estas especies va aumentando los niveles de humedad del suelo, lo que permite, a su vez, introducir otras especies en las zonas afectadas.

FUENTE: Adaptación de GEOGRAFÍA 2, América: sociedad, espacios y recursos Autores Carpentieri, Yanina, Conceira, Pablo, Andres, Savoie Edición 2020 Editorial Mandioca. SERIE LLAVES

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