top of page

UNIDAD 2.

TRABAJOS PRÁCTICOS

"El Medio Ambiente de América"

Segundo Año

EL RELIEVE DE AMÉRICA.

EL RELIEVE DE AMÉRICA.

 La Tierra es un planeta dinámico: procesos endógenos y exógenos determinan que su superficie varíe constantemente. En la porción del continente americano, la superficie presenta relieves diversos: algunos, como los grandes cordones montañosos que se elevan al oeste, son más nuevos; Las cordilleras de América otros, como las mesetas y sierras del centro y el este, son muy antigua

LA DIVERSIDAD DE RELIEVES.

La superficie terrestre está en cambio permanente. Sus relieves se forman por distintos procesos. Algunos de estos procesos, como el desplazamiento de las placas tectónicas, tienden a elevar el terreno. Otros, como los procesos erosivos, lo modelan.

Imagen número  1

MONTAÑAS

LOS ANDES25.jpg

Imagen número  2

MESETAS

MESETA PATAGONICA.jpg

Imagen número  3

LLANURAS

LLANURA2025.jpg

La Formación de relieves.

La capa externa de la Tierra es la litósfera, una franja de material sólido formada por la corteza terrestre y la parte superior del manto. La litósfera está fragmentada en placas tectónicas. Estas placas no están quietas, sino que se mueven lentamente sobre la astenósfera, una capa semifluida de magma* ubicada debajo de la litósfera. El movimiento de las placas se debe a la acción de agentes geológicos endógenos, originados por la energía interna de la Tierra. Al actuar en los bordes de las placas, estos agentes tienden a formar relieves en la superficie. A su vez, estos relieves son modificados por procesos geológicos exógenos, que tienden a nivelar la altura y las formas de la superficie terrestre. Así, el relieve es el resultado de la acción combinada de los agentes endógenos y exógenos sobre la litósfera, en un proceso de millones de años de duración.

Los procesos endógenos.

Los agentes endógenos son procesos geológicos de deformación, alteración y dislocación* de la corteza terrestre, producidos por la energía interna de la Tierra. Estos procesos fragmentan las rocas de la litósfera y originan elevaciones y depresiones en la superficie. Los más destacados son el tectonismo y el vulcanismo. El tectonismo incluye los movimientos de epirogénesis y orogénesis, que generan la elevación y el hundimiento de la corteza terrestre. El vulcanismo, por su parte, se relaciona con fenómenos como las erupciones volcánicas y la actividad sísmica.

Los procesos exógenos:

Los procesos exógenos alisan, aplanan y rellenan el terreno. Se trata de procesos externos porque son ajenos a la dinámica de la litósfera: resultan de la acción de agentes como el agua, el viento, el aire y los seres vivos. Existen cuatro procesos exógenos: la meteorización, la erosión, el transporte y la sedimentación. La meteorización disgrega y altera las rocas a través de mecanismos físicos y químicos. Luego, la acción del viento y del agua transporta esos materiales, produciendo la erosión de la superficie terrestre. Cuando la fuerza transportadora del agente disminuye, estos materiales movilizados Me se depositan o sedimentan.

VOLCAVVVV.gif

Vulcanimo(Procesos Endógenos)

EROSION.gif

Erosión y Sedimentación
(Procesos Exógenos)

Las placas americanas: Las placas tectónicas se mueven lentamente y cambian de forma y tamaño. En América, la litosfera presenta dos grandes grupos de placas: la norteamericana, del Caribe y sudamericana, cuyo desplazamiento es en dirección este-oeste, y las del Pacífico, de Coco y de Nazca, con un movimiento en dirección oeste-este.

LAS LLANURAS DE AMÉRICA.

Hacia el centro y este del continente americano, se desarrollan grandes llanuras. Esta forma que presenta el terreno se debe a la acumulación de sedimentos derivados de procesos de erosión del sistema montañoso del oeste, por el que discurren grandes cuencas fluviales que desembocan en el océano Atlántico.

LAS LLANURAS DE AMÉRICA DEL SUR.

Las llanuras son relieves formados por procesos de descenso o hundimiento del terreno, sobre los que posteriormente se acumulan sedimentos. Muchas de estas llanuras se caracterizan por estar atravesadas por redes de ríos: por eso, suelen recibir el nombre del río principal de la red hídrica que contienen. América del Sur presenta tres grandes llanuras, formadas sobre escudos y macizos muy antiguos y de gran extensión. Son la llanura amazónica, la llanura del río Orinoco y la llanura chaco-pampeana.

La llanura Amazónica: 

Se trata de la llanura más extensa del continente. Se caracteriza por presentar pocos desniveles. Esta llanura es recorrida por el río más caudaloso del planeta, el Amazonas, un río que discurre transportando sedimentos en dirección oeste-este, desde la cordillera de los Andes hacia el océano Atlántico, y conforma la mayor cuenca hidrográfica del mundo. En la actualidad, la llanura amazónica se encuentra muy modificada por las actividades agrícola-ganaderas, forestales, mineras y de generación de energía hidroeléctrica.

Imagen número  4

Llanura Amazónica sobre el Río Amazonas (Brasil)

AMAZONAS22222.jpg

La llanura Chaco-Pampeana. 

Es una extensa área deprimida que forma parte del macizo de Brasilia. Los agentes exógenos —especialmente la acción fluvial y eólica— aportan a esta llanura sedimentos del macizo y de la cordillera de los Andes. En las zonas donde la pendiente es menor, los ríos tienen poca velocidad. Esto hace que se produzcan formaciones de anegamiento hídrico: pantanos, esteros y lagunas. Esta cuenca es de vertiente atlántica. Sus ríos principales son el Paraguay, el Paraná y el Uruguay, los cuales reciben en su recorrido numerosos afluentes y finalizan en el Río de la Plata. Esta llanura se utiliza para la producción agrícola y forestal, y sus ríos sirven para la generación de energía hidroeléctrica.

Las llanuras de América Central

En América Central, las áreas de llanura son reducidas. Están presentes en dos zonas: en el litoral del Caribe y en el litoral del Pacífico. En este último, la llanura es especialmente angosta, debido a la presencia de la cordillera de los Andes. En el modelado terrestre de esta región actúan agentes exógenos como la erosión y sedimentación eólica e hídrica de los materiales volcánicos que están presentes en las tierras y ríos. Al llegar a las zonas costeras, estos materiales suelen formar delta

LAS LLANURAS DE AMÉRICA DEL NORTE.

Las llanuras abarcan una gran extensión en la parte central de América del Norte, entre el océano Glacial Ártico y el golfo de México. Allí se destacan la pradera canadiense, en el centro de Canadá, y la llanura del río Misisipi, que se extiende entre los Grandes Lagos y el golfo de México, La región también presenta llanuras litorales, en las costas de los océanos Atlántico y Glacial Ártico.

Las llanuras centrales.

Sobre el escudo canadiense, se encuentran la pradera canadiense y la llanura del río Misisipi. La deposición de los sedimentos que forman estas llanuras proviene principalmente de la erosión fluvial y eólica de las Montañas Rocosas. La pradera canadiense se extiende en el centro de Canadá, con un clima muy frío hacia el norte, El paisaje natural está muy transformado hacia el sur, donde la vegetación original fue suplantada por la agricultura de cereales.

La llanura del Misisipi:

ocupa el centro y sur de los Estados Unidos, aunque en el sur la pradera herbácea también fue reemplazada por el cultivo de trigo, maíz y algodón.

Imagen número  5

Llanura del Mississippi  sobre el Río Mississippi (Estados Unidos)

MMM44444.jpg
RIO MISSIIPPI111122223333.jpg

Las llanuras litorales:

Abarcan la llanura del Atlántico (entre los Apalaches y el océano), la llanura de California (entre los cordones montañosos y el Pacífico) y la llanura del Ártico (bordeando la bahía de Hudson). La primera se extiende al este de los montes Apalaches, y es la zona de mayor concentración poblacional del continente.

La llanura de California: constituye un relieve casi plano, con amplias zonas inundables, lagos y pantanos alineados paralelamente a la costa. Finalmente, la llanura del Ártico, ubicada en una pequeña franja alrededor del océano Ártico, se caracteriza por inundarse en verano, durante el descongelamiento de los ríos que nacen en el escudo canadiense.

LAS CORDILLERAS DE AMÉRICA.

El sector occidental del continente americano está conformado por cordones montañosos elevados: al norte, las Montañas Rocosas; en el centro, la cordillera del Pacífico, y al sur la cordillera de los Andes. Todos estos cordones forman parte del Cinturón de Fuego del Pacífico.

Las cordilleras de América del Sur.

El oeste de América del Sur está recorrido, de principio a fin, por la cordillera de los Andes, un gran cordón montañoso que se extiende desde Venezuela hasta el extremo sur de la Argentina (Tierra del Fuego), luego se sumerge en el océano Atlántico Sur, reaparece en forma de islas (Georgias, Sandwich y Orcadas), para finalmente volver a sumergirse y aflorar en la Antártida. La formación de esta cordillera es el resultado de un proceso endógeno de convergencia* entre la placa de Nazca y la sudamericana.

Este encuentro de placas produjo la subducción* de la corteza oceánica (Nazca) por debajo de la corteza continental (sudamericana), movimiento que presiona los materiales de los bordes de placa, generando la elevación del relieve terrestre. Se pueden reconocer tres sectores en esta extensa cordillera.

La Cordillera de los Andes

LOS ANDES555.jpg

Imagen número  6

Los Andes septentrionales.

Es el sector de la cordillera comprendido entre los 11° latitud norte, en Venezuela y Colombia, hasta los 10° sur, en el Perú (cerro Pasco). Este sector presenta picos como el Huascarán, en el Perú, con 6.768 metros de altura sobre el nivel del mar, y el volcán Chimborazo (Ecuador) con 6.268 ms. n. m. La región posee una gran biodiversidad de flora y fauna

Los Andes centrales.

Este sector de la cordillera de los Andes se extiende desde el cerro Pasco, en el centro del Perú, hasta los 27° S, en el límite entre la Argentina y Chile (cerro Tres Cruces). En esta parte, la cordillera adquiere mayor anchura (unos 800 km) y altura promedio (por ejemplo, el nevado de Illimani, en Bolivia, tiene 6.462 m S. N. m.). Allí se encuentra, además, el lago más alto del planeta, el Titicaca, situado a unos 3.800 ms. n. m. En esta zona, la mayoría de la población se establece en altiplanos: mesetas de gran altura ubicadas entre los cordones montañosos, y sobre los valles, como el de Cuzco, la antigua capital Inca.

Los Andes meridionales.

Abarcan desde el cerro Tres Cruces, en el límite entre la Argentina y Chile, hasta el extremo sur del continente. Hasta los 40° S, en este sector de la cordillera se distinguen dos cordones de gran actividad sísmica y volcánica: el frontal y el principal. Estos cordones presentan las mayores alturas.

Por eso a esta zona se la conoce también como el Techo de los Andes. En el cordón frontal se destacan los estratovolcanes, el monte Pissis con 6.882 ms. n. m. y el cerro Ojos del Salado (el volcán más alto del planeta) con 6.879 ms. n. m.

En la cordillera principal se destaca el pico más alto de América, el cerro Aconcagua, en la Argentina, cuya altura es de 6.961 m s. n. m. A partir de los 40° latitud sur, comienzan los Andes patagónico-fueguinos, cuyas alturas son menores que en el resto de la cordillera: el más elevado es el volcán Lanín, con 3.728 ms. n. m.

Las cordilleras de América Central:

En el norte de Centroamérica, la convergencia de dos placas oceánicas (la de Cocos y la del Caribe) formó el istmo de Tehuantepec. Como resultado de este proceso, se eleva la cordillera del Pacífico, un cordón montañoso con un intenso vulcanismo y actividad sísmica, que recorre el litoral oceánico, Hacia el este, los picos montañosos se encuentran sumergidos en el mar Caribe, y en algunos casos emergen en forma de islas, como en los casos de la isla de Puerto Rico o la isla de Cuba.

Las cordilleras de América del Norte

Los cordones montañosos de Norteamérica se originan por subducción de la placa oceánica del Pacífico en la placa continental norteamericana. Desde Alaska hasta el sur de los Estados Unidos, se destacan la Cadena Costera y, más al este, las Montañas Rocosas. La característica principal de estas últimas son los picos elevados, cuyas cimas son nacientes de numerosos ríos con pendiente hacia las llanuras. Entre los cordones de la costa se desarrollan valles, que son aprovechados para la agricultura. Entre ambos cordones montañosos, ricos en minerales valiosos (oro, plata, carbón, cobre, petróleo, hierro), se extiende la Gran Cuenca, donde se encuentra el Gran Cañón del Colorado. Hacia el sur, los cordones montañosos de América del Norte forman dos sierras encadenadas: la Sierra Madre Occidental y la Sierra Madre Oriental. Entre ellas se extiende la meseta Central de México, una de las zonas más pobladas de América.

Imagen número  7

Las Rocosas  
(Estados Unidos y Canadá)

ROCOSASAS22222.jpg

El cinturón de fuego del Pacífico.

El continente americano y el continente asiático integran un área de convergencia en forma de cinturón que encierra el océano Pacífico. Esta zona se caracteriza por concentrar algunas de las áreas de subducción más importantes del mundo. Por esta razón, la actividad sísmica y volcánica es muy intensa allí. Así, la población que habita el Cinturón de Fuego está sometida permanentemente al riesgo ambiental que provocan los volcanes y terremotos, como la caída de cenizas volcánicas, los derrumbes de edificios o los incendios.

LAS SIERRAS Y MESETAS DE AMÉRICA.

Las sierras y las mesetas son superficies elevadas y fracturadas por el plegamiento de relieves muy remotos: los macizos o escudos. Debido a su antigüedad, se encuentran muy modeladas por los agentes erosivos. En América, estos relieves se encuentran en el centro y en el este.

Las sierras en América del Sur.

El relieve serrano recibe diferentes nombres en cada región.  Así, las elevaciones del terreno que en América Central y del Sur reciben el nombre de serranías o sierras, en América del Norte se identifican como montes, y en el Brasil como morros. América del Sur presenta tres grandes sistemas de sierras:

Los morros del Brasil.

A causa del desgaste del macizo de Brasilia, el Brasil presenta un conjunto de sierras aisladas o morros: uno de los más conocidos es el Pan de Azúcar  en la ciudad de Río de Janeiro. De estas sierras nacen numerosos ríos con dirección a la llanura chaco-pampeana: es el caso, por ejemplo, de los ríos Paraná e Iguazú.

Las sierras pampeanas.

Estas sierras se ubican en la parte centro-oeste de la Argentina. Se trata de antiguos valles fracturados por el ascenso de los Andes. Las cimas de estas elevaciones se encuentran gastadas por la erosión eólica y pluvial y por el contraste térmico. Al arrastrar rocas sueltas, estos procesos erosivos generan, además, superficies de

pedregales al pie de las sierras. En la parte oriental de este sistema serrano, existe un suave declive denominado falda. En cambio, en la parte occidental la pendiente es más abrupta y forma una cuesta.

Las sierras deTandilia y Ventania. Se ubican en el sector centro-este de la Argentina. Son producto de hundimientos y levantamientos del relieve a partir del quiebre del macizo de Brasilia y el empuje ascendente de los Andes. Las rocas de este sistema coinciden en edad y composición con los montes Dragones de Sudáfrica, lo que permite considerar que fueron parte de un mismo bloque en el pasado geológico.

Las Sierras Pampeanas (Argentina)

SIERRAS PPPP0P.jpg

Imagen número  8

Imagen número  9

Las sierras en América del Norte

Los montes Apalaches.

En América del Norte, en las cercanías de la costa del Atlántico, se elevanSe trata de formaciones antiguas, de baja altura (2.000 m s. Nn. m.) por la acción de la erosión, y muy extensas: de sur a norte abarcan 2.300 km. Se ubican a lo largo de Canadá y los Estados Unidos, y se extienden en dirección sudoeste-nordeste desde la península de la Florida hasta el golfo del río San Lorenzo. Distintos estudios realizados por científicos de diferentes partes del mundo han identificado rocas de los montes Apalaches de la misma edad y composición que las que se encuentran en las montañas escandinavas, en el norte de Europa, y las montañas celidónicas, en las islas de Irlanda y del Reino Unido. Por ello, se considera que ambos sistemas constituían una única y gran cadena montañosa antes de la fragmentación del súper continente Pangea, hace 200 millones de años.

APALACHES2025.jpg

Los Montes Apalaches (Estados Unidos)

FUENTE: Adaptación de GEOGRAFÍA 2, América: sociedad, espacios y recursos Autores Carpentieri, Yanina, Conceira, Pablo, Andres, Savoie Edición 2020 Editorial Mandioca. SERIE LLAVES

bottom of page