El Profe Droghi
De Geografía.
UNIDAD 2.
TRABAJOS PRÁCTICOS
"Distribución de los recursos, problemas ambientales y geopolítica"
LOS DISTINTOS AMBIENTES.
Lo que se entiende por ambiente ha variado a lo largo del tiempo. Hace algunas décadas, el concepto se encontraba vinculado casi estrictamente a cuestiones naturales, pero en la actualidad incluye también a la sociedad y la forma en la que esta aprovecha los recursos disponibles.
Concepto cambiante.
La idea de ambiente fue cambiando a lo largo del tiempo a partir de tos aportes de distintas disciplinas. A principios del siglo xx, con el desarrollo de la ecología, se consideraba que el ambiente estaba compuesto por factores bióticos (organismos vivos) y abióticos (elementos y procesos fisicos) que se relacionaban entre si. De esta forma, las actividades humanas eran consideradas como un factor biótico más, y no se profundizaba sobre su importancia.
A mediados del siglo xx, a partir de los aportes de las ciencias sociales, el concepto de ambiente se complejizó. En la actualidad, se refiere al espacio que resulta de la interacción entre procesos naturales y sociales. Entre los procesos naturales, se encuentran la circulación del agua, los movimientos de placas tectónicas, ta formación de suelos, el crecimiento de bosques y las erupciones volcánicas, entre otros. Por su parte, algunos procesos sociales son la extracción de los recursos naturales, ta transformación de esos recursos en mercancías y la construcción de obras de infraestructura. Además, existen legislaciones sobre biodiversidad y regulaciones de acceso a recursos valiosos,
Tanto las características fisicas de un lugar como los procesos naturales que se dan allí influyen en la forma de vida de una sociedad, al igual que en las actividades económicas que se pueden desarrollar. Por ejemplo, existen suelos que, por su composición y sus propiedades, son más aptos para el cultivo que otros. Esto se debe, principalmente, al tipo de roca de la que se origina el suelo y de las condiciones climáticas locales, en especial, la temperatura y ta humedad.
Sin embargo, las características fisicas no determinan por completo la forma en la que ta sociedad se relaciona con su ambiente. Gracias a las innovaciones tecnológicas, las sociedades pueden modificar las condiciones naturales del entorno. Un ejemplo son los sistemas de riego artificial, que permiten aportar agua al suelo, aun cuando las precipitaciones no logran cubrir los requerimientos básicos para el desarrollo de la agricultura.
La manera como se aprovechan los recursos naturales varia geográficamente, en función de la cultura, las condiciones socioeconómicas, las tecnologías disponibles y los intereses de cada sociedad. Por ejemplo, muchos pueblos originarios consideran que la tierra es un bien común, por lo que no puede ser apropiada por los individuos, sino que todos deben compartir sus beneficios.
La relación sociedad-naturaleza también se modifica a través del tiempo. Los cambios tecnológicos hacen posible la obtención de recursos de manera más eficiente o rápida, llegar a reservas a las que antes no se accedia o utilizar elementos naturales que antes se consideraban inservibles. En Israel, que es un país semidesértico, et abastecimiento de agua potable era un problema critico.
Sin embargo, a partir de sistemas de desalinización, se logró transformar el agua de mar en agua apta para el consumo humano directo. A partir de esta concepción, se dice que la sociedad construye ambientes o que los ambientes son construcciones sociales.
LOS RECURSOS NATURALES.
Para satisfacer sus necesidades, las sociedades utilizan distintos elementos que obtienen de su medio natural, que luego transforman y adaptan. Aquellos elementos naturales que la sociedad considera útiles y aprovechables se denominan recursos naturales.
Elementos naturales y seruicios ambientales
La sociedad requiere de distintos insumos para poder satisfacer sus necesidades esenciales (vestimenta, alimento, vivienda, etcétera). Además, para desarrollarse plenamente, las personas precisan otros productos o servicios adicionales, como telefonía celular y conexión a internet. A su vez, a medida que la población crece, se necesita ampliar la infraestructura existente.
Para satisfacer todas las necesidades humanas, la sociedad se vale de distintos elementos naturales, es decir, bienes materiales concretos que se hallan en la Tierra de forma natural. Estos luego pueden ser transformados a partir del trabajo y del uso de la tecnología. Por ejemplo, se extrae litio para elaborar las baterías de los celulares y grafito para fabricar lápices.
La sociedad también utiliza ciertos procesos naturales que le brindan algún beneficio para las actividades productivas, los cuales se denominan servicios ambientales. Es el caso de las crecidas de los ríos, que en muchos casos aportan fertilidad a los suelos, lo que beneficia a muchos agricultores; o la polinización de las flores por aves o insectos, que posibilita la reproducción de las plantas.
Cuando la sociedad identifica que un elemento 0 proceso natural le resulta útil para satisfacer una necesidad, busca la manera de explotarlo o incorporarlo a sus actividades. Los elementos o procesos naturales que la sociedad valora y aprovecha económicamente se denominan recursos naturales
Recursos cambiantes
Ciertos recursos naturales pueden ser valorados en un momento particular de la historia y luego perder relevancia ante la utilización de recursos más eficientes, económicos o sustentables. El carbón mineral, por ejemplo, se consideraba de gran utilidad en la Revolución Industrial de fines del siglo XVIII, debido a que era la principal fuente de energía y de combustible para los transportes. Sin embargo, con el tiempo, fue reemplazado con el petróleo y el gas, aunque el carbón mineral aún comprende el 30 % de la matriz energética mundial. También puede ocurrir que se empiecen a valorar elementos o procesos naturales que antes habían pasado inadvertidos. Es el caso de los minerales raros, que son cada vez más codiciados para satisfacer usos específicos; por ejemplo, para fabricar la fibra óptica, necesaria para las telecomunicaciones.
Por otra parte, existen recursos naturales que no se pueden explotar en la actualidad debido a que aún no existe la tecnología adecuada para extraerlos o procesarlos, o bien porque es demasiado costosa. Son los denominados recursos potenciales. Un caso conocido es el gas de esquisto, que se ubica en lechos de rocas impermeables y hasta hace poco no era posible su extracción. El invento de la técnica de hidrofractura o fracking ha permitido su explotación.
También se consideran recursos potenciales aquellos de los que se desconocen sus propiedades, pero se cree que en el futuro podrían ser útiles para la sociedad. Por ejemplo, la biodiversidad es muy valorada por la industria farmacéutica, debido a que el hallazgo de nuevas especies o el descubrimiento de propiedades nuevas en especies ya conocidas
abre posibilidades para encontrar la cura de enfermedades hasta el momento intratables. Del mismo modo, los desarrollos en biotecnología posibilitan modificar las especies existentes para mejorar su resistencia a la plagas y a las condiciones adversas como heladas o sequias. Esto hace que se pueda cultivar, incluso, en suelos poco aptos para la agricultura.
CLASIFICACIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES.
Existen distintos criterios para clasificar los recursos naturales. Uno de los más utilizados es el tiempo de regeneración, es decir, el lapso que tarda un recurso en volver a producirse o recomponerse en su totalidad, con las características y propiedades que tenia antes de ser explotado. Usando este criterio, se suele dividir a los recursos en perpetuos, renovables y no renovables.
Los recursos perpetuos son aquellos que se encuentran en cantidades muy abundantes, como el agua de mar o el aire, o bien que se regeneran constantemente, como las mareas, los vientos o la energía solar. Sin embargo, su calidad puede ser alterada por la sociedad, lo cual hace que no se puedan aprovechar de la misma manera. Esto sucede, por ejemplo, en las grandes ciudades de China, donde ta polución del aire se ha vuelto crítica para la salud de su población.
Los recursos renovables, por su parte, son aquellos de los que hay una cantidad limitada pero que, si se aprovechan en forma racional, pueden regenerarse naturalmente. Algunos ejemplos son el agua dulce, los animales y las plantas. En cambio, si no se contemplan los ciclos de renovación, los recursos se pueden agotar. Por ejemplo, el río Danubio, en Europa, antes abastecía de agua a muchos pueblos, pero como consecuencia de la actividad industrial, hoy es uno de los rios más contaminados del mundo.
Por último, los recursos no renovables son los elementos de la naturaleza que no se regeneran o lo hacen en tiempos muy prolongados, que superan la esperanza de vida humana. Los hidrocarburos, por ejemplo, se formaron gracias a transformaciones químicas que sufrieron tos restos fósiles a lo largo de millones de años, en condiciones ambientales muy particulares. Otro recurso no renovable es el suelo fértil, formado a partir de la meteorización de rocas y la acumulación de sedimentos, por lo que tarda unos 10.000 mil años en volver a generarse.
Sin embargo, hay casos dificiles de catalogar. Por ejemplo, algunas especies animales se reproducen más lento que otras, o bien pueden tener menos descendientes durante su vida, por lo que son más propensas a extinguirse ante un manejo inadecuado.
Del mismo modo, el agua de las napas subterráneas, por lo general, se puede reponer al cabo de algunas semanas o meses, pero hay excepciones. El acuífero Guarani recibe agua permanentemente porque los estratos superiores de suelo son permeables. En cambio, el acuífero Areniscas de Nubia está entrampado por estratos rocosos impermeables, por lo que, una vez que se agote el recurso, no se podrá regenerar.
Por este motivo, muchos autores hablan de un continuo de los recursos naturales, es decir, una escala progresiva en la que se ubican los recursos en función de si son más o menos renovables que los demás. En un extremo, se ubican los recursos dificilmente renovables, como los hidrocarburos, y, en el otro, aquellos que, en principio, nunca podrían agotarse, como la energía solar. Entre estos se encuentran todos los casos intermedios, como el agua de los ríos y los depósitos salinos.
EL MANEJO DE LOS RECURSOS NATURALES.
Al igual que cambian las concepciones sobre los recursos naturales, también varian las formas en que la sociedad los aprovecha. El aprovechamiento depende, en gran medida, de las necesidades de la población, los valores culturales, las prioridades, el desarrollo económico y los intereses de la sociedad, entre otros factores. Veamos„.
Tipos de manejo.
Como se vio previamente, a lo largo de la historia, la visión que las sociedades tenían de la naturaleza fue cambiando. Los intereses de los actores sociales involucrados llevan a que, al momento de explotar los recursos naturales, se prioricen ciertos aspectos por sobre otros; por ejemplo, la rentabilidad económica, la conservación del ambiente, la preservación de la belleza paisajística o el acceso de todos los usuarios al recurso.
Las formas en que la sociedad utiliza y administra los recursos naturales definen distintos tipos de manejo, que varían según los actores sociales involucrados y sus lógicas. Por ejemplo, se plantean qué cantidad del recurso se debe extraer y con qué tecnología, o bien, si se debe conservar y durante cuánto tiempo. A grandes rasgos, se distinguen tres tipos de manejos: el extractivista, el conservacionista y el sustentable.
Manejo extractiuista.
El manejo extractivista fue implementado desde el siglo xv por los conquistadores europeos en sus colonias. Este modelo se profundizó con la Revolución Industrial que desde el siglo XVIII comenzó a utilizar grandes cantidades de carbón y posteriormente, de petróleo. En el extractivismo, los recursos se utilizan como si fueran inagotables, sin contemplar su ritmo de regeneración natural, Se priorizan los beneficios económicos inmediatos y no se ponderan las consecuencias ambientales futuras.
En la actualidad, este tipo de manejo persiste, en especial, en los países en vías de desarrollo, aunque bajo sistemas diferentes a los de la época colonial. Para referirse a esta nueva modalidad, algunos autores hablan de neoextractivismo. Por lo general, se asocia este término al modo de explotación llevado a cabo por grandes empresas, que se dedican a la extracción y producción de materias primas 0 commodities* en grandes cantidades para su exportación. Ejemplos de esto son la mega minería y algunas explotaciones agropecuarias basadas en el monocultivo de cereales y oleaginosas.
Manejo conservacionista
Luego de siglos de extractivismo, se multiplicaron los problemas ambientales, como la contaminación, la extinción de especies o el agotamiento de recursos. Un ejemplo es la extinción del tigre persa, visto por última vez en 1961, en Tayikistán. Otro caso fue el Dust Bowl, una tormenta de polvo que generó serios daños en los Estados Unidos en la década de 1930, producto de un manejo inadecuado del suelo y de una prolongada sequía.
En este contexto y en contraposición al manejo extractivista, que dañaba el ambiente y sobreexplotaba* los recursos, surgió el conservacionismo. Esta visión consideraba que las personas eran nocivas para la naturaleza, por 10 que debían mantenerse alejadas de esta. Asimismo, proponía limitar las actividades económicas depredatorias de los recursos naturales para evitar su agotamiento.
Esta concepción es la que inspira la formación de áreas naturales protegidas de tipo estricto, como los parques nacionales y las reservas biológica. En estos, solo está permitido realizar investigaciones científicas y desarrollar el turismo.
Manejo sustentable
En 1972, se realizó en Estocolmo (Suecia) la primera Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Arnbiente Humano. Allí, 113 países debatieron acerca de los problemas ambientales internacionales. Esta fue la primera manifestación a escala mundial de la preocupación por las consecuencias del modelo de producción y por el alto crecimiento demográfico. En este encuentro, se establecieron acuerdos para controlar ta contaminación, principalmente, del agua y el aire.