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UNIDAD 4.

TRABAJOS PRÁCTICOS

Cuarto Año

"Transformaciones en los espacios urbanos y rurales".

Textos para resolver las ACTIVIDADES que están debajo:

LOS ESPACIOS URBANOS.

 En la actualidad, más de la mitad de ta población mundial vive en áreas urbanas y se espera que, para el año 2050, el Las ciudades en et mundo globalizado porcentaje de habitantes en las ciudades sea aún mayor. La conformación de sistemas urbanos proceso de urbanización ha dado lugar a la conformación de megaciudades que se encuentran conectadas a nivel global Las ciudades globales y compiten entre si para obtener inversiones de capital. En Competencia interurbana el mundo, América Latina es la región con mayor porcentaje Conflictos y desafios de las ciudades de hoy de urbanización, lo que genera nuevos desafios.

LAS CIUDADES EN EL MUNDO GLOBALIZADO.

​La internacionalización de la economía tiende a convertir a las ciudades en los centros nodales del sistema global. Este proceso de urbanización implica que, por primera vez en la historia de la humanidad, mós de la mitad de las personas viva en las ciudades. Este aumento de la población urbana hace necesaria una mayor planificación de la infraestructura en las ciudades.

Espacios urbanos.

El concepto de espacio urbano está íntimamente ligado a la idea de ciudad. Así, algunos elementos característicos de los espacios urbanos son los edificios en torre, las autopistas, los centros comerciales, las áreas de entretenimiento, etcétera. Sin embargo, hay ciudades de características, tamaños y aspectos muy diferentes en todo el mundo.

Además, tos criterios que se utilizan para delimitar los espacios urbanos varían de un país a otro. A grandes rasgos, los países suelen valerse de alguno de los siguientes criterios para caracterizar a un espacio como urbano, o bien, una combinación entre ellos.

Criterio estadístico. Este criterio considera valores numéricos fácilmente identificables a modo de umbral; por ejemplo, la cantidad de personas o la densidad poblacional de un sitio. Entonces, si un centro poblado alcanza ese parámetro o lo supera, es considerado urbano, mientras que si tiene valores inferiores, es rural. • Criterio morfológico. Los criterios morfológicos toman en cuenta el aspecto fisico observable de cada espacio. Los espacios urbanos suelen presentar una elevada concentración de construcciones, que se encuentran organizadas dentro de una planta urbana conectada por calles y avenidas, y provista de una infraestructura básica de servicios (electricidad, gas, agua y telefonía). Asimisrno, en las ciudades, es frecuente encontrar

  • rascacielos, supermercados, puentes de gran dimensión, autopistas y otras construcciones características.

  • Criterio económico. Los criterios que se sustentan en cuestiones económicas consideran las actividades de este tipo que predominan en ese espacio.

  • En las terciarias), y las industrias (actividades secundarias); sin embargo, también se suelen encontrar algunas huertas o pequeñas granjas en las periferias. Además, en las últimas décadas, en muchos espacios rurales se empezaron a desarrollar emprendimientos turísticos.

Tendencia a la urbanización.

Se estima que a comienzos del siglo xx solo el 10 % de la población mundial vivia en ciudades. En la actualidad, lo hace el 54 0/0. Según la ONU, hacia el año 2050 el 66 % vivirá en ciudades. Al crecimiento en la proporción de población urbana se lo denomina urbanización.

Se considera que la urbanización seguirá avanzando debido a dos factores. En primer lugar, por el crecimiento vegetativo de las ciudades, es decir, porque la cantidad de nacimientos continuará superando a la de defunciones. Segundo, porque las personas prefieren mudarse de las áreas rurales a las ciudades, impulsadas por ta posibilidad de acceder a mejores condiciones de vida, educación, atención médica y servicios culturales.

Este movimiento de las personas hacia las ciudades ha aumentado en los últimos cuarenta años, sobre todo en las regiones con menor desarrollo, como América Latina, Asia y África. En consecuencia, terrenos que antes eran rurales o periurbanos se incorporaron a las ciudades cercanas. En este contexto, cobran una gran importancia las tareas de planeamiento urbano, que consisten en regular las actividades que se pueden realizar en cada sector de la ciudad.

LA CONFORMACIÓN DE LOS ESPACIOS URBANOS.

Los ciudades mantienen entre sí un flujo intenso de personas, mercancías, capital e información, por lo que forman redes o sistemas urbanos a escala global. Asimismo, se establecen jerarquías entre las ciudades.

Sistema urbano.

El mundo actual está marcado por la los cambios de la revolución tecnológica y la internacionalización de la economía. En un contexto de crecientes intercambios globales, los centros urbanos han cobrado gran importancia.

Las ciudades se relacionan entre sí, estableciendo vínculos de mayor o menor intensidad en función de las ventajas que obtienen de otros centros urbanos. Por ejemPIO, mano de obra calificada, información, materia prima barata y acuerdos comerciales preferenciales .

En algunos casos, se entablan vínculos de dependencia económica o política; por ejemplo, las capitales de los paises tienen un gran peso regional y los centros urbanos se encuentran subordinados a estas en muchos aspectos. En otros casos, se establecen relaciones de complementación o coordinación; por ejemplo, entre ciudades que se brindan servicios mutuamente.

Por lo general, las ciudades más grandes ejercen mayor influencia sobre el área circundante porque tienen mayor poder politico y económico. Además, allí residen más habitantes, que demandan bienes y servicios provenientes de otras regiones, para sus actividades.

Los factores que configuran los sistemas urbanos difieren según el nivel de desarrollo de cada país, las particularidades de los procesos históricos que los constituyeron, las alteraciones que provoca el medio fisico y tos diferentes grados de articulación regional. Además, a medida que la población urbana crece, se incorporan nuevas ciudades y las existentes adquieren mayor tamaño e influencia. Así, con el paso del tiempo, los sistemas urbanos experimentan cambios y se reestructuran.

De esta forma, las ciudades constituyen eslabones de una red compleja y dinámica, conformada por centros urbanos de distinta jerarquía que, a su vez, se relacionan con centros de menorjerarquia. Esta red se llama sistema urbano. De acuerdo con la escala de análisis.

Jerarquía de ciudades.

Frecuentemente, se suele clasificar a las ciudades de acuerdo con su tamaño y jerarquía.

  • Ciudades pequeñas y medianas. Con una población menor al millón de habitantes, tienen gran relación y dependencia con las ciudades regionales, y abastecen a los grandes centros urbanos de trabajadores y mercancías. Son el corazón de las grandes zonas rurales. Sirven como centros de suministro de bienes y servicios para su propia población y también para aquellos asentamientos menores que se encuentran en su área de influencia. Proveen de educación, salud, instalaciones culturales, religiosas, áreas de esparcimiento y son tos nodos de conexión y transporte para la población en general.

  • Ciudades regionales. Se caracterizan por tener gran cantidad de población y una economía de mercado diversificada. A partir de la década de 1960, en el mundo se intensificó la migración del campo a la ciudad, por lo que se registró un gran crecimiento de este tipo de ciudades. En muchos casos, esto se debió a la definición de políticas públicas especificas. Por ejemplo, la ciudad de Brasilia fue diseñada para emplazar la capital del Brasil y, de esta manera, promover el desarrollo en el interior del país.

  • Megaciudades. Superan los diez millones de habitantes. Muchas de ellas se ubican en países desarrollados, y tienen una gran importancia regional. Recientemente, debido al crecimiento demográfico y económico experimentado en varios países emergentes, empezaron a surgir megaciudades en otros sectores del planeta.

En ellas, tienden a localizarse las industrias de mayor importancia, que requieren de abundante mano de obra y atraen enormes cantidades de población de otras localidades o países. Según la ONU, en 1990 existían 10 megaciudades, y en 2015 ya se registraban 28. De ellas, 16 están en Asia, 4 en Latinoamérica, 3 en África, 3 en Europa y 2 en Norteamérica.

L A FRAGMENTACIÓN ESPACIAL DE LAS CIUDADES.

Los ciudades son reflejo de los cambios históricos, políticos, económicos y culturales que se producen en el interior de una sociedad. Así, frecuentemente se observan edificios antiguos y abandonados, en conjunto con construcciones modernas y sofisticadas. El espacio fragmentado y heterogéneo es un atributo habitual de las ciudades, pero en las últimas décadas esta realidad se está acentuando

Ciudades fragmentades.

A lo largo de la historia, las ciudades van mutando según las decisiones políticas, la situación económica, las innovaciones tecnológicas, las necesidades de la población, etcétera. Así, se pueden observar construcciones (puertos, ferrocarriles, murallas, plantas industriales, etcétera) de distintos estilos arquitectónicos, que corresponden a diferentes momentos históricos.

En el espacio urbano también se reflejan las lógicas y los intereses de diferentes actores sociales. Por ejemplo, se observan algunos sectores donde predominan los comercios pequeños y medianos, y otros en los que la actividad comercial se concentra en grandes predios pertenecientes a grupos empresariales de mucho capital.

Con el tiempo, algunas partes de las ciudades quedan abandonadas, obsoletas o descuidadas. Otras, en cambio, se valorizan y se vuelven atractivas. El resultado es un paisaje urbano heterogéneo, con distintos grados de desarrollo y prosperidad económica.

De hecho, en muchos casos se observa un mosaico de parches o fragmentos urbanos, es decir, espacios con características y funciones similares que están marcadamente diferenciados de los sectores que los rodean. Es el caso de un casco histórico renovado y adaptado para el turismo, rodeado por barrios residenciales deteriorados. Cuando existen heterogeneidades espaciales marcadas, se habla de fragmentación espacial.

Por lo general, los fragmentos que componen el tejido urbano se encuentran vinculados entre sí en mayor o menor medida. En algunos casos, se trata de relaciones más visibles y concretas, como la circulación de personas y mercancías de un lado a otro; por ejemplo, cuando los habitantes de los barrios periféricos se trasladan al centro por motivos laborales. En otros casos, las relaciones son más abstractas. Puede tratarse de conexiones financieras, de complementación o competencia económica, etcétera. De esta manera, se constituye un espacio a la vez fragmentado y articulado.

No obstante, en las últimas décadas, en especial, a partir de la década de 1990, esta situación empezó a cambiar. Con el auge del neoliberalismo económico, las desigualdades sociales se tornaron más visibles en el espacio, a través de la presencia de barrios predominantemente habitados por clases altas y otros poblados por sectores de muy bajos ingresos. A diferencia de lo que ocurría en décadas anteriores, estos fragmentos urbanos no se encuentran demasiado articulados entre si y los intercambios entre ellos son escasos. Ciudad del Cabo: un caso de fragmentación espacial

Ciudad del Cabo es la capital legislativa de Sudáfrica: allí se encuentran la sede del Parlamento Nacional y otras dependencias estatales. Se trata del segundo centro urbano más poblado del país, luego de Johannesburgo.

Asimismo, es uno de los más prósperos. Las principales actividades económicas de la ciudad se relacionan con la industria, el puerto, el aeropuerto y el turismo. En los últimos años, la ciudad también ha experimentado un auge en el sector inmobiliario, debido a que fue sede del Mundial de Fútbol de 2010.

En la ciudad se observan grandes contrastes arquitectónicos. Por ejemplo, hay estructuras antiguas que han sido renovadas y restauradas, como el antiguo puerto, que se ha convertido en la principal atracción turística, y sectores que han quedado más rezagados.

También se observan importantes desigualdades socioeconómicas. Por un lado, existen edificios de lujo, separados del exterior con muros de mampostería y alambrados electrificados. Por otro lado, en los sectores periféricos de la ciudad, hay asentamientos informales y precarios, como los barrios de Langa y Eziko. En estos, los habitantes carecen de todo tipo de infraestructura y servicios básicos, por lo que la calidad de vida es muy baja.

Fragmentación y segregación urbana.

A partir de los cambios impulsados por el neoliberalismo a escala global, muchas ciudades fueron testigos de una creciente polarización social. Los fragmentos del espacio urbano se encuentran menos articulados entre sí, lo que ha reforzado la vulnerabilidad de los sectores bajos.

Neoliberalismo y dualidad.

Como se vio previamente, a fines del siglo xx, en muchas ciudades del mundo se empezó a registrar una creciente fragmentación espacial en función de las desigualdades socioeconómicas. Este proceso fue particularmente notorio en América Latina, debido a que se trata de la región más desigual del mundo.

Las inequidades espaciales se relacionan, en gran parte, con ta aplicación de medidas neoliberales. A partir de la década de 1990, en pleno auge del neoliberalismo a escala global, el Estado comenzó a deslindarse de distintas funciones, entre ellas, la planificación urbana. Asimismo, se vendieron tierras públicas a actores privados y se concesionaron numerosas empresas prestadoras de servicios públicos.

Estas politicas hicieron que los capitales financieros e inmobiliarios ganaran poder y lograran mayor libertad de acción. En este contexto, se rea izaron numerosas obras de infraestructura y reformas urbanas de   gran envergadura con una mínima regulación estatal.

Así, en muchas ciudades se construyeron puertos privados, urbanizaciones cerradas, complejos comerciales, rascacielos y edificios inteligentes. Estas construcciones, por lo general, fueron destinadas a habitantes de ingresos elevados, que estaban dispuestos a pagar precios más altos a fin de reafirmar su estatus social.

Por su parte, a medida que los valores de las propiedades subían, los sectores de bajos recursos no lograban acceder a una vivienda allí y debían trasladarse a barrios más rezagados, que frecuentemente carecían de servicios básicos. Esto, a su vez, produjo un circulovicioso. Al no acceder a una buena calidad de vida, los habitantes de clases bajas no lograban insertarse en la sociedad en igualdad de condiciones. Incluso, empezaron a ser estigmatizados por su procedencia geográfica.

Así, en muchas ciudades coexisten dos estilos de vida muy diferentes. Por un lado, se observa la cultura del consumo y el lujo extremos, característica de las sociedades desarrolladas. Por otro, hay una cultura de la supervivencia, típica de las sociedades con niveles de desarrollo bajos a intermedios. En este contexto, muchos autores comenzaron utilizar el concepto de ciudad dual, para describir aquellos centros urbanos en los que conviven fenómenos de enriquecimiento y empobrecimiento extremos. Si bien originalmente este término se empleaba para analizar las ciudades latinoamericanas, recientemente también se empezó a aplicar a otras ciudades de países en vías de desarrollo.

Segregación residencial.

Otro de los motivos que pueden llevar a una marcada fragmentación espacial es la segregación residencial. Esta podría definirse como el proceso por el cual un grupo social restringe a otros el acceso al suelo urbano.

Puede darse por distintos motivos (étnicos, raciales, políticos o socioeconómicos), aunque en muchos casos se trata de una combinación de factores. Por ejemplo, un trabajo de investigación sobre migraciones en la provincia de Almería (España) revela que, en algunos sectores urbanos, los nativos se rehusan a alquilar o vender propiedades a inmigrantes, en especial, si se trata de personas de origen africano.

De hecho, el 34,4 % de los almerienses indicó que no le alquilaría nunca una propiedad a un inmigrante de origen magrebí, y el 20,5 % a personas del África Subsahariana. En cambio, muchos encuestados manifestaron que no tendrían inconveniente en arrendar su propiedad a latinoamericanos. Esta discriminación selectiva se relaciona, en gran medida, con estereotipos y prejuicios comúnmente aceptados. A esto se suma la idea de que consideran que vivir en un barrio lleno de inmigrantes supone poco prestigio y reduce el valor de la propiedad.

En todos los casos de segregación, se trata de un grupo que se considera superior (aunque no sea consciente de ello) y que, por lo tanto, tiene el poder de apartar a otros sectores de su entorno. Del otro lado, existe un grupo que se encuentra en una posición desfavorable y que es forzado a vivir en zonas diferentes de ta ciudad. A veces. incluso pueden tener restricciones para desplazarse, acceder al transporte público, etcétera.

Los mecanismos por los cuales un grupo puede segregar a otro pueden ser muy diversos. En algunos casos, se llevan a cabo prácticas de violencia, como hostigamientos, atentados, persecu ciones, matanzas y lincham ientos. En el mismo sentido, se pueden construir barreras fisicas, como muros, cercos y zanjones.

También se pueden implementar instrumentos legales y administrativos. Por ejemplo, a comienzos del siglo xx, en los Estados Unidos, existían

convenios restrictivos, que le impedían al comprador de un bien inmueble venderlo a un afroamericano durante un periodo determinado, con la intención de garantizar la homogeneidad racial de los vecindarios.

Cuando se produce segregación residencial, la composición socioeconómica de cada barrio tiende a ser cada vez más homogénea. Esto significa que las personas buscan rodearse de otros individuos con niveles de ingresos y estilos de vida parecidos, mientras que propenden a acentuarse los contrastes con los barrios aledaños.

Distintos tipos de barrios

En las zonas suburbanas de las áreas metropolitanas se pueden encontrar todo tipo de barrios, que por lo general son zonas con mayor concentración de problemáticas sociales. Allí habitan los sectores más postergados, con los mayores índices de pobreza y desocupación, que presentan los más altos niveles de inseguridad y violencia.

Se visibilizan como grandes asentamientos precarios en tierras fiscales que han ido creciendo durante décadas. A pesar de ello, las áreas suburbanas no son homogéneas, ya que en ellas podemos encontrar barrios obreros surgidos durante los primeros procesos de industrialización, barrios de sectores medios que eligieron un modo de vida diferente o que no pueden acceder a viviendas en las áreas centrales, o countries y barrios privados de los sectores con ingresos más altos de ta sociedad.

En tas ciudades de los países más ricos aparecen enclaves en los que viven distintas colectividades de habitantes que migraron en los últimos treinta años. Así, por ejemplo, en Barcelona aparecen los barrios marroquíes y en parís, los barrios magrebíes. En muchos casos, estos migrantes forzados a escapar de sus países por razones de origen político o ambiental se encuentran integrados a la sociedad, como sucede en la ciudad de Montreal (Canadá).

LA REFUNCIONALIZACIÓN DE LAS CIUDADES.

Como se vio previamente, las ciudades reflejan los cambios políticos, económicos y sociales que se suceden Q lo largo de la historia. Así, es común que haya sectores que quedan abandonados u obsoletos y otros que cobran fuerza y se vuelven prósperos. En los últimos años, han surgido nuevos USOS del suelo y muchas obras de infraestructura han cambiado de funcionalidad.

Nuevos usos del suelo.

Cuando se habla de uso del suelo se hace referencia a la ocupación de una superficie para la realización de determinadas actividades humanas necesarias para la vida y el desarrollo social. Los usos del suelo varían ampliamente entre los espacios urbanos y los rurales. Algunos usos del suelo habituales en los centros urbanos son el residencial, el comercial, el industrial, el educativo, el recreativo y el sanitario.

En muchas ciudades, existen planes de ordenamiento territorial o códigos de planeamiento urbano. Estas son normativas que definen las actividades posibles en cada sector de la ciudd, en función de las características de la trama urbana, sus principales problemáticas, el crecimiento poblacional esperado, etcétera. En algunos casos, se determina la creación de corredores de uso múltiple, donde se puede realizar más de una actividad.

En los últimos años, las ciudades han comenzado a reorganizar su espacio de acuerdo con sus propias necesidades productivas. Por ejemplo, algunas actividades industriales se han relocalizado en las afueras de la ciudad y surgieron nuevas actividades terciarias, que han dado lugar a nuevos usos del suelo, como la innovación, que deriva en la formación de parques científicos y tecnológicos.

Refuncionalización urbana.

Se habla de refuncionalización urbana o mutación urbana para referirse a la recuperación y rehabilitación de aquellos sectores de las ciudades que se encuentran abandonados o sumamente deteriorados. El objetivo de estas intervenciones es que esos barrios o distritos adquieran una nueva utilidad y se vuelvan atractivos y visualmente agradables. Además, se busca la utilización del espacio público por parte de los ciudadanos, a la vez que se atraen inversores y turistas para fomentar el crecimiento económico.

Generalmente, se trata de edificios antiguos, fábricas obsoletas o extensas áreas portuarias o ferroviarias, que se caracterizan por revelar situaciones de gran malestar social, como delincuencia, pobreza y violencia. En muchos casos, además, presentan altos niveles de degradación ambiental.

En las últimas décadas, en muchos países tos transportes fluvial y ferroviario han perdido importancia con respecto al automotor. En consecuencia, los puertos y las estaciones de tren, que antes eran elementos centrales de la cultura y el desarrollo económico de las ciudades, quedan abandonados y exponen un paisaje urbano derruido. A su vez, estas instalaciones se transforman en obstáculos o barreras a la circulación para las zonas que tos circundan; por ejemplo, se limita el acceso al río o la conexión de sectores urbanos que se encuentran a uno y otro lado de las vías abandonadas.

HabituaImente, los procesos de refuncionalización u rbana son promovidos por grandes actores privados, que realizan importantes inversiones en estos sectores pauperizados. Sin embargo, con frecuencia también son alentados por el Estado local, que puede realizar acuerdos con los grupos inmobiliarios, promover reducciones de impuestos o habilitar estos cambios de uso del suelo.

Saneamiento ambiental

A causa de los daños generados en distintos cuerpos y cursos de agua y de la creciente presión sobre el recurso hídrico en la mayoría de los países, la sociedad empezó a trabajar activamente para recuperar las reservas de agua degradadas. En este contexto, a lo largo de las últimas décadas cobró fuerza el saneamiento ambiental.

Se entiende por saneamiento ambiental el conjunto de técnicas, acciones y politicas de salud pública destinadas a alcanzar niveles crecientes de salubridad, con el fin de mejorar la calidad de vida de la población. Esto comprende distintos procesos clave, entre los cuales se encuentran la potabilización y el tratamiento de las aguas con residuos orgánicos, tanto en ambientes urbanos como rurales.

En los últimos años, se crearon plantas potabilizadoras en distintos países del mundo (FIG. 1631. Estas instalaciones se encargan de lograr un nivel aceptable de pureza en el agua para que sea apta para el consumo humano. Para ello, se utilizan diversas técnicas químicas, fisicas y biológicas, que varían según el origen del agua y sus características. Asi, algunas fuentes deben ser desalinizadas, otras desinfectadas y otras, simplemente, filtradas.

Por su parte, el tratamiento de las aguas servidas también es de gran importancia. Estas son aquellas que ya fueron utilizadas por los humanos y que, por lo tanto, presentan altos índices bacteriológicos, principalmente de contaminación orgánica*. Debido a su potencial contaminante, es necesario procesarlas en forma correcta antes de ser devueltas al ambiente o reutilizadas en otras actividades.

Abastecimiento de agua potable

Las personas acceden a fuentes de agua potable de distintas maneras, de acuerdo con las características naturales del ambiente, su capacidad económica, su cultura, etcétera. Las técnicas de abastecimiento también varían a lo largo del tiempo, en función de los recursos y la tecnología disponible.

En algunos casos, las personas están cerca de alguna fuente de agua y pueden proveerse del recurso por sus propios medios. Es el caso de muchos habitantes que construyen pozos de extracción o que recogen el agua con recipientes (FIG. 1641. En otros, en cambio, deben abonar por el servicio de distribución. Es el caso de los sistemas de agua de red y desagües cloacales. También existe ta posibilidad de comprar agua embotellada.

Consumo de agua potable.

En promedio, se estima que cada persona consume entre 20 y 50 litros de agua potable por día, para el uso directo, higiene, cocción, etcétera. Sin embargo, este valor varía ampliamente entre distintas partes del mundo e incluso dentro de una misma sociedad.

Estas heterogeneidades se deben tanto a factores fisicos o naturales, como socioeconómicos. Entre los primeros, se pueden destacar la distribución desigual de reservas de agua en el mundo, la dificultad de acceder a ellas y la existencia de regímenes climáticos adversos (por ejemplo, si se trata de regiones de extrema sequia o que presentan estaciones secas muy marcadas). Por su parte, entre los factores socioeconómicos se encuentran la desigualdad de ingresos o de poder político entre los distintos actores sociales.

También influyen las normativas locales que regulan el ambiente; por ejemplo, si se establecen mecanismos de protección o extracción del recurso.

A nivel global, se estima que tos países pobres son los que menos agua consumen. Esto se debe, en gran medida, a la dificultad de desarrollar obras de infraestructura para extraer agua en buenas condiciones y transportarla hacia los hogares. Entonces, las personas deben sobrevivir con un consumo de entre 5 y IO litros de agua por dia.

En cambio, los países desarrollados logran sortear las dificultades naturales en forma eficiente, ya que pueden invertir en grandes obras de infraestructura, o bien, importar el recurso de otras regiones. Se estima que las personas de mayores ingresos consumen entre 50 y 150 litros de agua por día.

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contaminación orgánica. Contaminación por parte de la materia orgánica procedente de vertidos urbanos, actividades industriales y agropecuarias, así como de Otros compuestos.

Distintas perspectiuas sobre el agua dulce

Diferentes actores sociales intentan controlar el acceso al agua para satisfacer sus intereses. De esta forma, el agua puede transformarse en un negocio. En la comunidad internacional ha primado, en especial durante las décadas de 1980 y 1990, la idea de que el agua es un bien económico que debe tener un precio. En la actualidad, en cambio, se observa que avanza la idea de considerar el acceso al agua como un derecho universal. Veamos...

Agua como bien económico

Cuando al agua se le asigna un valor monetario, esta pasa a ser una mercancía o un bien económico. Esto implica que se puede comprar y vender, y que queda sujeta a las leyes de la oferta y la demanda del mercado.

Bajo esta lógica, si una región está poco poblada y las viviendas se encuentran diseminadas, es probable que las empresas no deseen invertir allí, porque, por ejemPIO, habría que desarrollar obras de infraestructura muy extensas y costosas. Como contrapartida , no se obtendrían ganancias que las justifiquen, de modo que seria una explotación económicamente inviable.

Como se vio previamente, una forma de comerciar con el agua es cobrar por la distribución y el abastecimiento, aunque hay otras formas bastante frecuentes; por ejemplo, cuando se crean centros privados de recreación en lagos y lagunas o se construyen hoteles con playas privadas. En estos casos, se restringen los derechos de acceso al recurso a la comunidad en general.

Sin embargo, como se vio previamente, el agua no es un bien como cualquier otro, justamente, por su esencialidad para la vida y et desarrollo humano. Así, la comunidad internacional concuerda en la necesidad de garantizar el acceso a esta mediante distintos mecanismos. Algunos de los más habituales son establecer precios máximos para el agua embotellada, fijar topes tarifarios para los servicios de distribución domiciliaria y ofrecer subsidios.

Auge de La uisión mercantilista.

En la comunidad internacional, la concepción que se tenia del agua fue cambiando a lo largo del tiempo, y con ello, lo que se entiende como derecho al agua. En las décadas de 1980 y 1990, en un contexto de fortalecimiento del neoliberalismo, distintas conferencias internacionales fomentaron una visión mercantilista del agua.

Así, se proponía que los servicios de distribución y saneamiento quedaran en manos de empresas privadas debido a que se creía que asi se generaría una mayor eficiencia en la asignación del recurso y, de esta manera, se resolvería la crisis del agua.

Las políticas de privatización de estos servicios se llevaron a cabo en varios países, aunque en distintos grados. Uno de los casos más emblemáticos fue el de Chile. En ese pais se creó, en la década de 1980, el Código de tas Aguas, que establecía distintos mecanismos que terminaron por beneficiar a los grandes actores económicos privados. Por ejemplo, para extraer agua subterránea, los productores agropecuarios debían pagar un canon, es decir, permisos para extraer una determinada cantidad de agua. Esto hizo que soto pudieran obtenerlos aquellas personas con poder adquisitivo suficiente, mientras que los pequeños productores quedaron en una posición aún más delicada. Además, esto implicó que, en la práctica, el agua dejaba de ser un bien público para pasar a ser de tipo privado. En la actualidad, este código sigue vigente, aunque con algunas modificaciones.

Por su parte, en la Argentina se otorgaron concesiones a varias empresas privadas, ya fueran multinacionales o cooperativas locales, para que se ocuparan del abastecimiento de agua potable y del saneamiento. Mientras tanto, el Estado nacional o provincial, según el caso, debia regular el cumplimiento de las condiciones.

Gestión integral de Las aguas.

En 1992, se llevó a cabo la Conferencia Internacional del Agua y el Medio Ambiente en Dublin (Irlanda). De esa conferencia, surgió la Declaración de Dublín, que tuvo una gran importancia en asuntos ambientales. Mediante ese documento se promovía la gestión integrada de los recursos hídricos (GIRH), que es una estrategia de uso del recurso que fomenta la administración coordinada del agua, la tierra y los recursos relacionados, con el objetivo de maximizar el bienestar social y económico resultante, sin comprometer los ecosistemas.

Los defensores de la GIRH consideran que, aunque el agua dulce es un recurso finito y escaso, con una gestión cuidadosa, no hay razones para que para que parte de la población mundial no acceda a ella. Para eso, las políticas públicas deben tener un enfoque participativo, involucrando a los usuarios, los planificadores y los responsables de tas decisiones en todos los niveles. Asimismo, se deben aplicar los conocimientos de diversas disciplinas e incluir las perspectivas de todos los actores involucrados.

Cabe destacar que los analistas de la GIRH piensan que el agua tiene un valor económico en todos sus diversos usos en competencia. Por este motivo, sostienen que debería reconocerse que es un bien económico y asignar precios acordes.

En los últimos años, el modelo de la GIRH se difundió rápidamente por todos los países del mundo y, en la actualidad, aún es muy importante. Por lo general, los proyectos internacionales aplican sus directrices y los países buscan resolver las ineficiencias en el uso del recurso para evitar posibles conflictos.

Agua como derecho uniuersal.

Más recientemente, desde comienzos del siglo XXI, la comunidad internacional cambió, en parte, la perspectiva acerca del agua. Se empezó a hacer más énfasis en el hecho de que es indispensable para ta vida y se comprobó que, en muchos casos, la privatización del agua y el cobro por los servicios asociados no generaron una mayor eficiencia.

En este contexto, en julio de 2010, la Asamblea General de la ONU reconoció el acceso al agua y al saneamiento como derecho humano universal. Se estableció que el saneamiento debe ser saludable, limpio y asequible* para el uso personal y doméstico. Además, se acordó en la necesidad de aprovechar el recurso mediante una gestión integral para asegurar la disponibilidad presente y futura. Del mismo modo, el Estado debe garantizar una cantidad de litros

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