El Profe Droghi
De Geografía.
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INTEGRADORES
TRABAJO PRÁCTICO INTEGRADOR GEOGRAFÍA
"El territorio srgentino"
Aquí encontraras todos los TEXTOS y ACTIVIDADES para resolver el TRABAJO PRÁCTICO INTEGRADOR del PRIMER CUATRIMESTRE.
Leer los siguientes textos y luego resuelve las ACTIVIDAD NÚMERO 1 que está debajo:
EL TERRITORIO ARGENTINO.
EL TERRITORIO ARGENTINO.
La Argentina, al igual que la mayoría de los Estados nacionales, es una unidad política y administrativa independiente. Como tal, presenta un territorio definido sobre el que ejerce soberanía y alberga a un conjunto de habitantes que residen dentro de sus límites de manera permanente y estable, El proceso de formación del Estado argentino demoró varias décadas e implicó grandes cambios en el territorio. Estados, naciones y territorios.
Una nación es una comunidad con una historia y cultura en común. Estas comunidades pueden habitar en un mismo país, o bien en distintos países. Los Estados que reconocen distintas comunidades en su territorio se denominan Estados plurinacionales. Naciones y Estados.
La idea de nación hace referencia a una comunidad que comparte una historia y cultura, Además, muchas veces, los miembros de esa comunidad hablan un mismo idioma y profesan una misma religión. Los miembros de una nación pueden residir en distintos territorios, que trascienden los límites administrativos de un país, como es el caso de varios pueblos nómades: los beduinos árabes en los desiertos de Oriente Medio, los kurdos en las montañas de Asia Menor o los tuaregs en el desierto del Sáhara.
En otros lugares, las comunidades se desarrollan en un solo territorio y no trascienden los límites; esto es lo que ocurre con muchos pueblos indígenas sedentarios, que tienen larga tradición en un determinado lugar. Cuando una comunidad reside en un espacio durante un periodo de tiempo prolongado, puede ocurrir que los habitantes decidan conformar un Estado independiente, es decir, una organización política que ejerce soberanía sobre un territorio. Estos territorios, además, deben ser reconocidos por otras organizaciones políticas similares en el contexto internacional. Los Estados en los que vive una sola nación se denominan Estado-nación.
Sin embargo, es muy frecuente que en ellos residan varias naciones, por lo que se denominan Estados plurinacionales o multinacionales. Por ejemplo, en Ecuador y Bolivia la plurinacionalidad está reconocida por la Constitución. En otros Estados habitados por distintas naciones, en cambio, las naciones minoritarias no son reconocidas o no cuentan con los mismos derechos que la dominante, como en los países de África, donde coexiste una gran diversidad de naciones originarias.
Soberanía territorial.
La soberanía de un Estado implica el poder que este ejerce sobre un territorio en forma exclusiva a partir del cumplimiento de sus leyes. El territorio, por su parte, es un elemento esencial del Estado, ya que es el espacio ocupado y apropiado por una sociedad, y por el cual sus miembros desarrollan sentimientos de pertenencia. Ya sea un Estado-nación o uno de tipo plurinacional, la aplicación de la soberanía permite la creación de sus propias instituciones de gobierno, de justicia y de educación, emitir su propia moneda, definir una o más lenguas oficiales (como ocurre en Paraguay, donde son oficiales el español y el guarani), explotar los recursos naturales ubicados en su territorio y en su plataforma continental y, eventualmente, establecer una religión oficial.
De todos modos, para realizar un pleno ejercicio de la autoridad, es necesario el reconocimiento de los demás países soberanos. Esto permite a los Estados formar parte de la comunidad internacional y relacionarse con otros Estados a partir de normas y leyes internacionales.
Los territorios estatales comprenden, además de la superficie terrestre, el espacio - marítimo y aéreo, el subsuelo y las aguas superficiales El territorio de la Argentina.
La soberanía de un Estado implica el ejercicio del poder tanto sobre el espacio terrestre como sobre el marítimo y el aéreo. En el caso de nuestro país, su territorio se extiende por dos continentes y numerosas islas.
Espacio terrestre.
El territorio de la Argentina abarca 3.761.274 km2. Esto incluye las veintitrés provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La provincia de Tierra del Fuego, por
su parte, incluye el territorio de las islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y el de la Antártida Argentina.
Espacio aéreo El espacio aéreo se ubica sobre los espacios terrestres y marítimos. Actualmente, no existe un acuerdo en la comunidad internacional sobre el alcance vertical de la soberanía sobre el espacio aéreo. La Federación Aeronáutica Internacional estableció un alcance de 100 km de altitud, criterio adoptado por la Argentina; en cambio, otros países sostienen que es de 30 km y otros, de 50 km.
Espacio marítimo.
La soberanía sobre el espacio marítimo de nuestro país abarca una franja que se extiende desde la línea de base (cerca de la costa) hasta una distancia de 12 millas náuticas (mn), siendo una mn equivalente a 1.852 m, Este sector se denomina mar territorial o patrimonial, Allí la Argentina tiene derechos absolutos sobre las aguas, el lecho (la base de “suelo” sobre la que se encuentran las aguas), el subsuelo (el espacio que se ubica debajo del lecho) y el espacio aéreo que se extiende sobre las aguas. La Argentina, además, tiene derechos económicos sobre un sector denominado plataforma continental, que se extiende hasta las 350 mn contadas desde la línea de base. El concepto de plataforma continental es un término jurídico de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Mar (Convemar), que es un tratado avalado por la comunidad internacional. En cada sector de la plataforma, el país ejerce derechos en distintos grados. En el mar territorial, la Argentina puede disponer de los recursos. En cambio, en la zona económica exclusiva y en la plataforma propiamente dicha, los derechos son más restringidos.
Antártida Argentina.
La Antártida Argentina es un área comprendida entre los meridianos 74 O y 25 O, y el paralelo 60* S y el Polo Sur. La presencia de la Argentina en la Antártida se inició en la segunda década del siglo XIX a partir del arribo de barcos provenientes de Buenos Aires que navegaban a las islas Shetland del Sur para cazar focas. La Argentina fue uno de los primeros países en tener población estable en el continente antártico. De hecho, el 22 de febrero de 1904 se izó por primera vez la bandera argentina en la Antártida y así se inició su ocupación permanente, que se desarrolló, principalmente, a través de bases científicas y militares en distintos sectores del continente.
A mediados del siglo XX, ante la multiplicidad de países que reclamaban un sector de la Antártida, y para evitar futuros conflictos, se decidió regular el aprovechamiento del continente a partir del Tratado Antártico. El Tratado Antártico es un acuerdo internacional de cooperación firmado en Washington (Estados Unidos) el 1 de diciembre de 1959 por 12 países. Entró en vigencia el 23 de junio de 1961, y tiene como objetivo principal que el continente “continúe utilizándose siempre y exclusivamente para fines pacíficos y que no llegue a ser escenario u objeto de discordia internacional”. El tratado establece que la principal actividad debe ser la científica. Por ello, varios países instalaron bases para desarrollar esta actividad; algunas son permanentes y otras, temporarias. La entrada en vigencia del tratado dejó sin efecto los reclamos de soberanía de los distintos países. En la actualidad, hay 49 Estados firmantes, de los cuales, 28 tienen actividades e investigación activa en el continente.
LOS LIMITES Y FRONTERAS
Los límites internacionales y las fronteras.
La organización del territorio argentino no podía concluir sin que se establecieran sus límites definitivos, proceso que duró más de un siglo y generó conflictos con los países vecinos. Una vez realizada la delimitación, algunas zonas de frontera se convirtieron en espacios de encuentro e intercambio entre las personas,
Tipos de límites.
Los límites territoriales son líneas imaginarias que se trazan para dividir territorios y delimitar el alcance de la soberanía de cada Estado. Pueden ser de distintos tipos.
En primer lugar, están los límites geográficos, que son líneas imaginarias que se establecen a partir de la referencia de uno o más elementos de la naturaleza, como un río o una cadena montañosa. Esto puede parecer sencillo, pero muchas veces no lo es. Por ejemplo, se necesitan hacer varios estudios (generalmente, muy costosos y que demoran mucho tiempo) para determinar cuál es el punto más alto de una montaña o el lugar exacto por el que pasa la base de una colina.
Además, al tratarse de elementos de la naturaleza, su forma y tamaño pueden cambiar a lo largo del tiempo. Esto sucede, por ejemplo, con el cauce de un río, cuya forma varía a medida que este erosiona su lecho, Un ejemplo de esto es el río Pilcomayo, que separa la Argentina del Paraguay. En segundo lugar, están los límites geodésicos, que se trazan considerando la red de paralelos y meridianos del globo terrestre. Por ejemplo, se puede determinar que la línea debe pasar por el paralelo de los 35 S durante el tramo que se extiende entre los meridianos 50° O y 60° O. Finalmente, los límites geométricos son aquellos que se establecen a partir de una línea que une puntos específicos elegidos al azar o por conveniencia estratégica. Por ejemplo, si se determina que el límite deberá ser la línea recta que atraviesa los puntos 20° S y 40° O y 21°S y 42° O, La Argentina presenta los tres tipos de límites. Su definición demandó mucho tiempo y generó varios conflictos. Para resolver esas controversias se realizaron acuerdos diplomáticos, mediaciones y arbitrajes” de un tercero, como el Papa, un presidente de otro país o la Corte Internacional de Justicia.
Las fronteras.
Son áreas que se extienden a ambos lados del límite internacional. En muchos casos, las poblaciones que viven en las zonas fronterizas mantienen entre sí intercambios económicos y sociales más intensos que los que mantienen con, por ejemplo, las principales ciudades de sus provincias o la capital de su país. De esta forma, es común que los pobladores de una ciudad fronteriza vivan de un lado del límite y trabajen o estudien en el otro país, o que tengan amigos y familiares en la ciudad vecina, a los que visiten asiduamente. La presencia de rasgos culturales similares también hace que los habitantes de un país que viven en las zonas fronterizas se sientan muy identificados con los habitantes de la frontera del país vecino.
Chile. A fines del siglo XIX, Chile no reconoció el sector de la puna que Bolivia le había entregado a la Argentina, porque en ese momento estaba militarmente ocupada por Chile. En consecuencia, se recurrió al arbitraje de un canciller de los Estados Unidos, quien en 1899 dictó una resolución favorable para la Argentina. En la zona de los Andes, se usó el criterio de las altas cumbres que dividen las aguas hacia cada uno de los océanos. Sin embargo, en los Andes patagónicos, la línea de altas cumbres no coincide con la divisoria de aguas. Frente a esto, la Argentina proponía respetar la línea de altas cumbres, pero Chile proponía seguir la línea divisoria de aguas. Finalmente, en 1902, un arbitraje inglés estableció una línea entre ambas posturas. Otro conflicto surgió con el canal Beagle y las islas Nueva, Lennox y Picton. Luego de dos arbitrajes internacionales (a cargo de Inglaterra y el papa Juan Pablo II) que no fueron aceptados, en 1984 se firmó un acuerdo de paz a través del cual la Argentina tenía soberanía sobre el canal Beagle; Chile, por su parte, sobre las islas. En la década de 1990 se solucionó la mayoría de los conflictos. En 1994 se decidió, por arbitraje internacional, que la laguna del Desierto quedara bajo jurisdicción argentina, y en 1998, se resolvió el último conflicto de los Hielos Continentales, indicando que el límite pasaría por las altas cumbres. No obstante, en la zona sur de los Hielos Continentales, la frontera chileno-argentina aún continúa pendiente de demarcación.
LOS PROBLEMAS LIMITROFES.
El Tratado de la Puna o simplemente Tratado de Límites de 1899 fue el acuerdo por el cual las repúblicas de Chile, Argentina y Bolivia pusieron fin a la controversia de límites sobre el territorio de la Puna de Atacama. Fue negociado y suscrito en la ciudad de Salta, Argentina.
Por este tratado, se incorporó a Chile una superficie de casi 70.000 km2, que fueron establecidas como un pequeño departamento con capital en Antofagasta de la Sierra.
Antecedentes
Luego de la Guerra del Pacífico, quedaron en incertidumbre los derechos que Bolivia tenía sobre la Puna de Atacama, territorio que Chile rápidamente reclamó en virtud del Pacto de Tregua de 1884. Argentina se opuso al reclamo aduciendo que se involucraba territorio suyo en una disputa bilateral, que le pertenecía como parte de la jurisdicción de la ciudad de Salta y que antes había pertenecido al Virreinato del Río de la Plata, perteneciendo a Argentina por el uti possidetis de 1810.
El 4 de mayo de 1884 el gobierno argentino comunicó a Chile que parte de los territorios ocupados eran considerados como pendientes de delimitar entre Bolivia y la Argentina pretendiendo el límite en la divisoria continental de aguas. El gobierno chileno respondió que Bolivia seguía siendo dueña de la Puna. Un año después, el coronel Moisés Lozano, a cargo del Departamento de la Poma de la Provincia de Salta ocupó y anexó a ese departamento la zona de Pastos Grandes, en donde poseía minas de boratos.1 Poco después se realizaron otros avances, entre ellos, al pueblo de Catua. Ante una reclamación boliviana, el 24 de noviembre de 1886 el gobierno argentino ordenó el desalojo por las autoridades salteñas de Pastos Grandes, Catua y los demás puntos ocupados, los que fueron poco después ocupados por destacamentos chilenos junto con Antofagasta de la Sierra y Carichipampa.
Bolivia dictó una ley el 13 de noviembre de 1886 por la que declaraba pertenecientes a la Provincia de Sud Lípez los territorios puneños de Pastos Grandes, Antofagasta de la Sierra y Carachipampa. Ante la reacción chilena, el 2 de agosto de 1887 debió firmar un protocolo suspendiendo la ley y restableciendo el statu quo. Por su parte, el 12 de julio de 1888 Chile creó la Provincia de Antofagasta con todos los territorios al sur del paralelo 23º, incluyendo la Puna de Atacama.
El 10 de mayo de 1889 se firmó en Buenos Aires un tratado secreto entre la Argentina y Bolivia a través del ministro argentino Norberto Quirno Costa y el enviado boliviano Santiago Vaca Guzmán (Tratado Quirno Costa-Vaca Guzmán). En ese tratado se estipulaba la renuncia argentina a sus reclamos históricos sobre Tarija a cambio de la cesión por parte de Bolivia de parte de la Puna de Atacama a la Argentina, desde la Quebrada del Diablo hacia el norte por la vertiente oriental de los Andes, pero permaneció sin ratificar hasta 1893. Este tratado motivó, al tomar conocimiento del mismo tres años después, el rechazo del gobierno chileno que estaba en posesión militar de la Puna y negaba a Bolivia el derecho de pactar sobre ese territorio que ya no poseía. Argentina alegó que el Pacto de Tregua de 1884 no mencionaba a la Puna y que la ley chilena de creación del Departamento de Antofagasta de 1888 no tenía valor internacional.
Argentina separó como dos litigios distintos su frontera en disputa con Chile:
-
Entre los paralelos 23° S y 26° 52' 45' ' S alegó la cesión hecha por Bolivia;
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Entre los paralelos 26° 52' 45' ' S y 52° S alegó que el límite corría por las cumbres más altas de los Andes.
Posteriormente, el 19 de mayo de 1891, Bolivia y Chile firmaron el Protocolo Matta-Reyes Ortiz que establecía el dominio definitivo del territorio ocupado por Chile en virtud del Pacto de Tregua, incluyendo la confirmación de la soberanía chilena sobre la Puna de Atacama, a cambio de deudas impagas de Bolivia hacia Chile.
El 31 de octubre de 1891 Bolivia aceptó modificar el artículo 1º del tratado Quirno Costa-Vaca Guzmán de 1889, cediendo a la Argentina la Puna de Jujuy, de Salta y de Catamarca, hasta las altas cumbres de los Andes. El 16 de septiembre de 1892, el Congreso boliviano aprobó el Tratado Quirno Costa-Vaca Guzmán con estas modificaciones. El 18 de mayo de 1895 Chile y Bolivia firmaron el Tratado Barros Borgoño-Gutiérrez por el cual Chile se comprometía a ceder a Bolivia Tacna y Arica a cambio del reconocimiento de la soberanía chilena sobre la Puna de Atacama y de no ser así Chile entregaría un puerto marítimo en Caleta Vítor a Bolivia. Al no ratificar el Congreso boliviano este tratado, el 9 de diciembre de 1895 ambos países firmaron el Protocolo Matta-Cano que lo modificaba fijando un plazo de dos años para la entrega de un puerto a Bolivia. Otro protocolo fue firmado el 30 de abril de 1896 que establecía que, si Chile no entregaba Arica a Bolivia, le cedería la caleta Vítor u otra caleta similar.
El 12 de diciembre de 1895, la Argentina y Bolivia firmaron el Protocolo Rocha-Cano, la Argentina reafirmó sus derechos a la Puna de Atacama. Chile reaccionó ocupando militarmente la Puna. Posterioremente, el 17 de abril de 1896 la Argentina y Chile firmaron el Protocolo Guerrero-Quirno Costa, que sometía al arbitraje británico las disputas territoriales, pero no la cuestión de la Puna, que sería demarcada de acuerdo con los principios del tratado de 1881 y del protocolo de 1893 (firmados por ambos países), incluyendo a Bolivia en la demarcación.
Chile reaccionó ocupando militarmente la Puna y cortando todo ofrecimiento a Bolivia. El político Estanislao Zeballos denunció que "militares chilenos desalojaron autoridades salteñas y pusieron las suyas". Posterioremente, la Argentina ofreció someter el litigio a arbitraje del Reino Unido, pero el gobierno chileno lo rechazó de plano. Ante lo estéril de las negociaciones, el presidente Julio Bañados optó por emprender su incorporación si fuese necesario, por la vía de las armas. Mientras tanto, tropas y milicianos de Bolivia y Argentina se ubicaban cerca del territorio en litigio, expectantes ante la actitud chilena que parecía tener la firme intención de anexar el territorio.
Finalmente se lleva a cabo la Ocupación de la Puna de Atacama entre febrero y abril de 1898, con la consecuente ruptura diplomática entre Argentina y Chile, que estuvieron a punto de enfrascarse en una guerra debido a los choques militares sin previa declaración de guerra en la Puna. Sin embargo, el gobierno de Chile ofreció una compensación económica y una serie de concesiones a Argentina, como la cesión de una pequeña parte del territorio en disputa. Argentina enfrentaba una difícil coyuntura, con conflictos con el Brasil y una balanza de poder militar desbalanceada en favor de Chile. Por ello y a pesar de las airadas protestas argentinas por la acción militar de Chile en la Puna, el gobierno de José Uriburu tuvo que ceder y aceptar los términos.
Celebración
El gobierno argentino aceptó la propuesta chilena, y Bolivia que se hallaba sumido en la Guerra Civil Federal de 1898, tomó ya la ocupación como hecho consumado, sin poder oponerse. José Uriburu propuso tener como sede de negociaciones la ciudad (ahora fronteriza) de Salta, Argentina, a lo que Julio Bañados de Chile y José Manuel Pando de Bolivia accedieron. A fines de abril se llevaron a cabo las reuniones entre el los cancilleres Fernando Eloy de Bolivia, Rafael Errázuriz Urmeneta de Chile y Amancio Alcorta de Argentina.
El 6 de mayo se firma finalmente el Tratado, que será ratificado por los respectivos Congresos. En Argentina sólo obtuvo la aceptación por un 55% de los parlamentarios, contra un 45% de abstenciones y oposición debido a las fuertes protestas que suscitó.
Consecuencias
El Tratado dejó en posesión de casi 70.000 km2 a Chile, pertenecientes a la Puna de Atacama. El nuevo territorio pasó a formar parte de la Provincia de Antofagasta, y tuvo su cabecera en la ciudad de Antofagasta de la Sierra. La ciudad fue rebautizada como Santiago de Los Andes en los años 30, y hoy es la capital de la XVIII Región de la Puna.
Los restantes 5000 km2 se dieron a Argentina, que sin embargo no quedó conforme e iniciaría una escalada armamentista que llegaría a la Gran Guerra Sudamericana. El período de 15 años entre 1899 y 1914 es frecuentemente llamado "Pax Armada Sudamericana" debido a que el Tratado y la rápida respuesta militar de Chile en la conquista de los territorios puso en alerta a los otros países de la región contrarios a Chile. En Colombia y Venezuela se vio con preocupación, mientras Perú y Bolivia también realizaron mayores adquisiciones de armamento.
LA EVOLUCIÓN DEL TERRITORIO ARGENTINO.
La evolución del territorio argentino.
El actual territorio de la Argentina está habitado desde hace miles de años por distintos pueblos originarios. En el siglo XVI, arribaron los colonizadores europeos y comenzó un gran proceso de organización territorial.
Un proceso histórico.
La conformación del territorio actual de la Argentina se dio a lo largo de varias décadas mediante distintos procesos externos e internos. Así, las diferentes políticas económicas, los enfrentamientos bélicos y políticos con otros países y los acuerdos internacionales produjeron cambios en los límites del país y de las provincias; esto, a su vez, provocó pérdidas e incorporación de distintas porciones de territorio. Del mismo modo, algunos sucesos indujeron cambios en la cantidad y en la composición de la población en el país; por ejemplo, las guerras hicieron disminuir la población masculina en distintas provincias, mientras que las oleadas de inmigración generaron un aumento de la población y una mayor diversidad. Primeros pobladores
El actual territorio argentino comenzó a poblarse con la llegada de los primeros habitantes alrededor de 13.000 años atrás. Estos pueblos ingresaron en el territorio por el norte y llegaron a lo que actualmente es Tierra del Fuego hace 11.000 años. Los pueblos originarios presentaban distintas características. La mayoría de estos eran nómadas y practicaban la caza y la recolección. Otros desarrollaron gradualmente la agricultura, por lo que se volvieron sedentarios. Los pueblos con mayor cantidad de población se localizaban, principalmente, en el noroeste del país, donde desarrollaron la agricultura a partir del manejo del agua y de los suelos; por ejemplo, con el cultivo en terrazas, una técnica que consistía el uso de escalones tallados sobre las laderas de las montañas y colinas.
Territorio colonial.
Los conquistadores españoles llegaron al territorio actual de la Argentina en el siglo XVI por tierra, mayormente, por el noroeste, y por agua, por el Río de la Plata. También arribaron desde el oeste, provenientes del actual territorio chileno. Los españoles impusieron una organización del territorio bajo un sistema de virreinatos, que eran entidades político-administrativas dependientes de la Corona española, que estaban a cargo de un virrey. En América del Sur, el primer virreinato se creó en 1544 y se denominó virreinato del Perú.
El territorio incluía el sector perteneciente al Imperio inca y gran parte de los actuales territorios de la Argentina, Chile, Uruguay, el Paraguay, Bolivia, el Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela y Panamá. Dentro del Virreinato se fundaron distintas ciudades, que cumplían un rol muy importante como mecanismo de control del territorio, ya que en ellas se establecían autoridades locales, se cobraban impuestos y se creaban instituciones que organizaban la vida social, como las iglesias y las plazas. Además, permitían dinamizar las relaciones económicas entre las distintas partes del virreinato, dado que funcionaban como paradores y puntos intermedios para los mensajeros y comerciantes.
Economía colonial.
La actividad económica más importante del virreinato era la minería. El centro económico se hallaba en el Alto Perú, fundamentalmente, en la ciudad de Potosí (en el
actual territorio boliviano), donde se ubica el Cerro Rico de Potosí. Para transportar en barco a Europa los minerales, se utilizaba el puerto de Buenos Aires; por eso, en el camino entre el Alto Perú y Buenos Aires se fundaron ciudades como Salta, Tucumán y Córdoba, que eran centros para el intercambio comercial, y donde se realizaba la producción de alimentos, cueros y bebidas alcohólicas y se criaban animales de carga, como mulas. Para realizar la actividad minera, los conquistadores utilizaban mano de obra indígena, que padecía pésimas condiciones laborales.
Esto, sumado al contagio de enfermedades nuevas para los indígenas (contra las que no tenían defensas), produjo una alta tasa de mortalidad, y así la población de estos pueblos quedó diezmada.* Otras regiones importantes eran los alrededores de Buenos Aires, donde se desarrolló la actividad ganadera con la producción de cuero, sebo y tasajo,* y los valles andinos, donde existían haciendas agrícola-ganaderas en las que se producían alimentos y vestimentas para la población de Potosí y otros centros urbanos.
Nuevo virreinato.
Debido a la gran extensión del Virreinato del Perú, en 1776, los reyes de España decidieron crear el Virreinato del Río de la Plata para tener un mayor control sobre el territorio de sus colonias. El centro de la actividad comercial, entonces, se trasladó desde el Alto Perú hacia Buenos Aires debido a la importancia estratégica de su puerto para el comercio entre las colonias y las metrópolis* europeas. En el litoral también se desarrolló la ganadería y se instalaron saladeros. En el interior del país, por su parte, se desarrollaron incipientes industrias que fabricaban ponchos, tejidos, vinos, licores, aguardiente y carretas. El Virreinato del Río de la Plata se fraccionó en ocho intendencias y cuatro gobernaciones, tal como se observa en el mapa de esta página. Un territorio independiente. Luego de la Independencia, los territorios del virreinato del Río de la Plata se transformaron en Estados independientes y en provincias. La región pampeana se convirtió en el centro económico del territorio y, a fines del siglo, se incorporaron los territorios indígenas.
Nuevos territorios.
Entre 1810 y 1816, los pueblos del virreinato del Río de la Plata comenzaron un proceso de independización de España, por lo que se produjeron numerosos cambios en el territorio. En algunas regiones, distintas unidades administrativas se separaron del actual territorio argentino y se transformaron en Estados independientes. Otras, en cambio, fueron la base de las primeras provincias argentinas. Por ejemplo, la intendencia de Salta del Tucumán se dividió en las provincias de Salta, Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca. Así, comenzó a formarse una nueva entidad política y territorial: primero, las Provincias Unidas del Río de la Plata (1810-1831), y, más tarde, la Confederación Argentina (1835-1861).
Grandes cambios económicos.
Una vez concluido el proceso de independencia, la ruta comercial entre Potosí y Buenos Aires perdió importancia y cobró fuerza la región pampeana, donde la amplitud del territorio y las óptimas condiciones naturales permitieron el desarrollo de la ganadería (fundamentalmente, vacuna y ovina). Además, la cercanía al puerto de Buenos Aires ofrecía grandes ventajas comerciales.
De esta forma, el centro económico se trasladó de la región noroeste hacia la pampeana y, fundamentalmente, a la provincia de Buenos Aires, que seguía creciendo por el desarrollo de la ganadería y los impuestos que obtenía de la Aduana de su puerto. Por su parte, las otras provincias permanecían estancadas o con un crecimiento muy lento.
Cambios demográficos y sociales.
Durante la colonia, Potosí y el noroeste argentino eran las regiones más pobladas del virreinato. La zona del puerto de Buenos Aires, por su parte, también presentaba una población numerosa. Sin embargo, con la independencia, la mayor parte de la población se trasladó a la región pampeana por las mayores oportunidades de trabajo en las grandes estancias y en la ciudad de Buenos Aires. Con respecto a la estructura de la sociedad, los hacendados criollos (hijos de españoles nacidos en América) desplazaron a los españoles como clase dominante. Los indígenas y los negros continuaron siendo los grupos más postergados de la nueva sociedad.
Proceso de organización nacional.
Entre 1853 y 1862, hubo dos unidades administrativas enfrentadas: por un lado, la provincia de Buenos Aires y, por otro, la Confederación Argentina (formada por las trece provincias restantes). El conflicto finalizó cuando el país se unificó como un Estado federal y se estableció la Ciudad de Buenos Aires como capital en 1880. Durante este período, el Gobierno nacional buscó establecer definitivamente el alcance territorial de su poder. Para ello, implementó varias medidas tendientes a incorporar territorios que hasta entonces no estaban bajo su dominio y a optimizar el control sobre los territorios existentes.
Un factor importante fue la guerra de la Triple Alianza, en la que se enfrentaron la Argentina, el imperio del Brasil y el Uruguay contra el Paraguay, desde 1864 hasta 1870. Este conflicto bélico fue determinante para la definición de los límites internacionales de la región. A partir de la guerra, la Argentina recuperó el territorio de la actual provincia de Misiones, que se encontraba bajo ocupación paraguaya desde hacía un tiempo.
Del mismo modo, el territorio de la actual provincia de Formosa, que estaba controlado por los indígenas y que era reclamado por ambos países, fue cedido por el Paraguay y la Argentina lo incorporó definitivamente a sus dominios. Sin embargo, la Argentina no logró anexionar algunos sectores que reclamaba para sí, como el del Chaco Boreal, ubicado en el sur del actual territorio paraguayo. Otra de las medidas fue la organización de campañas militares para tomar el control de los territorios ocupados por los indígenas y disponer de esas tierras para la producción agropecuaria. Las dos más importantes fueron la conquista de la pampa y la Patagonia en 1879 (antiguamente denominada Conquista del Desierto) y la conquista del Chaco en 1884.
La primera se realizó en varias etapas y terminó con la apropiación de esas tierras por parte del gobierno nacional y la muerte o servidumbre de miles de indígenas. Las tierras fueron repartidas entre algunos militares y también fueron entregadas por muy poco dinero a familias acaudaladas y terratenientes. Esto generó una fuerte concentración de la tierra.
Territorios nacionales.
Las nuevas zonas incorporadas al territorio argentino conformaron territorios nacionales, unidades administrativas dependientes del Estado federal. En 1884, se establecieron los límites de nueve de ellos: Chaco, Chubut, Formosa, La Pampa, Misiones, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Posteriormente, en 1900, se creó el de los Andes, que luego se dividió entre las provincias de Catamarca, Jujuy y Salta. Las autoridades de estos territorios estaban designadas por el Gobierno nacional, y estos pasaban a ser considerados provincias cuando superaban los 60.000 habitantes. La consolidación del territorio argentino.
Desde la segunda mitad del siglo xix hasta las primeras décadas del siglo xx, la región pampeana experimentó un desarrollo económico y poblacional muy importante. Al finalizar el período agroexportador, la etapa de la industrialización por sustitución de importaciones profundizó esa tendencia y se generó el desarrollo del frente fluvial industrial,
Nueva organización territorial.
Durante la formación del Estado argentino, el mercado mundial estaba dividido entre grandes potencias industriales, como Inglaterra, Alemania y los Estados Unidos, y países proveedores de productos primarios y materias primas, como los países de América Latina. En este contexto, la Argentina, y fundamentalmente la región pampeana, fue valorada por los capitales financieros de las principales potencias como un territorio con óptimas condiciones naturales para la provisión de alimentos.
De este modo, en las extensas llanuras, se incorporó la última tecnología en maquinaria agrícola, se fomentó la inmigración europea para realizar las labores del campo y se desarrolló una extensa red de ferrocarriles para trasladar la producción de los campos a los puertos, fundamentalmente, el de Buenos Aires y el de Rosario. Al mismo tiempo, las provincias del Interior, sobre todo, las del noroeste, continuaron con su estancamiento económico. Estas características económicas, sociales y territoriales se mantuvieron estables hasta las primeras décadas del siglo XX y conformaron el denominado modelo agroexportador.
Cambios demográficos y sociales.
Durante este período, se produjo un acelerado proceso de urbanización. Los ferrocarriles y la inmigración europea (principalmente, italianos y españoles) fueron factores que aceleraron el crecimiento de las ciudades, fundamentalmente, las portuarias y aquellas vinculadas a las actividades agropecuarias. De esta forma, se profundizó el desequilibrio económico y poblacional entre la región pampeana y el resto del país.
Cambios en la infraestructura.
En la etapa agroexportadora, la infraestructura que se incorporó a partir de las inversiones extranjeras fue un elemento esencial para la organización del territorio. La gran mayoría de los capitales se destinaron al desarrollo de la red de ferrocarril, a la modernización de los puertos, a la incorporación de maquinaria agrícola y al tendido del telégrafo, un elemento importante para la comunicación. El ferrocarril se estructuró en forma radial, con eje en Buenos Aires, desde donde salían distintas líneas hacia las capitales provinciales o hacia otras zonas productivas. El Estado, además, fomentó la construcción de ramales poco rentables, lo que posibilitó conectar territorios lejanos.
Modelo de sustitución de importaciones.
Entre 1929 y 1930, en los principales países capitalistas del mundo se produjo una grave crisis económica. Esta situación generó una ruptura del comercio internacional, lo que imposibilitó a la Argentina vender sus materias primas. En consecuencia, no se conseguían las divisas necesarias para la compra de bienes industriales. Para resolver este problema, el país adoptó políticas tendientes a promover una industria nacional consolidada y autosuficiente, beneficiando la producción local de bienes que reemplazaran los productos importados. Por este motivo, este modelo de desarrollo económico pasó a ser conocido como industrialización por sustitución de importaciones. De esta forma, se desarrollaron diversas industrias. Las que más crecieron fueron las de alimentos, bebidas y textiles, y luego, a partir de la ampliación del mercado interno, las industrias metalúrgicas, siderúrgicas y de combustibles.
Cambios en el territorio.
La fase de sustitución de importaciones profundizó las desigualdades económicas y demográficas que ya existían desde las etapas previas. En primer lugar, por la desaceleración de la actividad agropecuaria, junto a la mecanización de las tareas rurales, aumentó el desempleo en el campo, lo que provocó la migración desde las áreas rurales a las áreas urbanas. En segundo lugar, se debió a que se privilegiaron solo algunos espacios para instalar industrias: principalmente, en Buenos Aires y, en menor medida, en Rosario, Córdoba, Mendoza y Tucumán. Paulatinamente, se fue conformando, alrededor de las principales ciudades pampeanas, el cinturón industrial o frente fluvial industrial, desde el norte de Rosario hasta el sur de la ciudad de La Plata. Rol del Estado.
El Estado jugó un papel fundamental para la industrialización del país ya que favoreció la instalación de nuevas industrias y el fortalecimiento de las existentes. Algunas de las políticas industriales consistieron en otorgar créditos a bajo interés para que los empresarios pudieran adquirir maquinaria, e implementar beneficios impositivos (reducción de tasas e impuestos). También se aplicaron políticas de desarrollo social; por ejemplo, la sanción de leyes laborales que contemplaban el salario mínimo de los empleados. En relación con el territorio, se fomentó el transporte de cargas y de pasajeros para integrar el interior del país con los mercados pampeanos. Además, en la década de 1950, la mayoría de los territorios nacionales superaron los 60.000 habitantes, por lo que pasaron a ser provincias, menos Tierra del Fuego, que lo hizo en 1991.
"El Territorio Argentino"
1)-Localizar en el mapa político de la República Argentina lo siguiente y luego responder las siguientes preguntas:
a)-Los países limitrofes, los Oceanos Pacífico y Atlántico.
b)-La Región del Noroeste con sus provincias y capitales.
c)-¿Cual es la diferencia entre limite y frontera?
d)-¿Qué tipo de limite hay entre la República Argentina y Chile, y entre la provincia de Salta y Santiago del Estero?
2)-Observa el siguiente paisaje de la Puna y luego indica a qué espacio de la soberanía territoritorial pertenece. Explicarlo brevemente en tu carpeta.
ESPACIO MARITIMO
ESPACIO TERRESTRE
ESPACIO AEREO
3)-Elaborar un cuadro comparativo con el problema limitrofe de la Puna con Chile, teniendo en cuenta lo siguiente:
PROBLEMA
SOLUCIÓN
QUIEN LO RESOLVIO
4)-Observar la evolución del territorio argentino y luego completar las siguientes afirmaciones:
a)- Los Pueblos Originarios que ocupaban la Puna Argentina fueron __________________ y qué modo de vida tenían _____________.
b)-Durante la etapa colonial como se lo llamo al territorio ocupado por la Puna _______________.
c)-Como se llamó el territorio de la Puna luego de la Independencia ____________________ estaba formada por las provincias de_______________.