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UNIDAD 4.

TRABAJOS PRÁCTICOS

Segundo Año

LAS ACTIVIDADES ECONOMICAS URBANAS.

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En las áreas urbanas, las actividades secundarias (industria) y terciarias (comercio y servicios) tienen un gran desarrollo, Durante casi todo el siglo XX, algunas ciudades latinoamericanas fueron centros de atracción industrial. Sin embargo, a partir de la década de 1980, muchas se desindustrializaron. Actualmente, el mayor porcentaje de puestos de trabajo urbano está concentrado en las actividades del sector tercia-, Algunas desarrollan, además, actividades cuaternarias.

 

LA EVOLUCIÓN DE LA INDUSTRIA.

La evolución de la industria estuvo marcada por tres momentos: las revoluciones industriales. Desde comienzos del siglo XX, con la aplicación del modelo fordista, se produjo, además, una transformación en el modo de organización de la producción industrial. Luego, a partir de la década de 1970, la forma de producir cobró otras características y se denominó posfordista.

Las etapas del desarrollo industrial

En los últimos 150 años, la industria se convirtió en la manera más usual de producir bienes manufacturados. Esta forma de producción se diferencia de la artesanía por la mecanización del proceso productivo. Distintas innovaciones técnicas marcaron tres momentos en el desarrollo industrial: La Primera Revolución Industrial. Tuvo lugar entre mediados del siglo XV y principios del xix. Comenzó en Gran Bretaña y se extendió a algunos puntos del continente europeo, como Bélgica y Francia. La máquina de vapor y la utilización del carbón como fuente de energía marcaron el inicio de la industrialización. En ese momento, la industria se centró en pocas ramas, principalmente la textil. La Segunda Revolución Industrial. Se desarrolló en Europa occidental, los Estados Unidos y el Japón, entre mediados del siglo XIX y principios del XX. La utilización de la electricidad y el petróleo como fuentes de energía significó una transformación radical que fomentó la aparición de nuevas ramas industriales, como la química.

La Tercera Revolución Industrial. Comenzó en los Estados Unidos hacia 1970, y aún continúa. El desarrollo de la industria electrónica permitió el crecimiento de las telecomunicaciones y las tecnologías de la información. La electricidad y el petróleo continúan siendo las fuentes energéticas principales.

Los dos modelos de producción.

Desde inicios del siglo XX hasta la década de 1970, en la industria mundial se difundió un nuevo modelo de organización del trabajo fabril: el fordismo. Su nombre se debe a Henry Ford, un empresario estadounidense, que introdujo en la fabricación de automóviles una serie de innovaciones: la más importante fue la cadena de montaje. Con esta técnica se inauguró un modelo de producción en serie, que permitió reducir los tiempos y costos de la producción. Sus características principales son: La fabricación de productos estandarizados en grandes cantidades orientados a un consumo masivo.  

El sistema de “gran fábrica”, que concentra las actividades de producción, administración y comercialización.  La producción de bienes durables, que se utilizan por mucho tiempo, como los electrodomésticos. Hacia 1970, una crisis económica impactó en las formas de producir. Un factor importante fue el aumento del precio del petróleo, la principal fuente energética. Esto originó otro modelo, denominado posfordista, cuyas características principales son: La automatización de la producción y la introducción de la robótica. La circulación de la información, acelerada por el avance en las telecomunicaciones. El método “justo a tiempo”, caracterizado por una producción variada y en menores volúmenes, con mayor flexibilidad y ajustada a la demanda.  La sustitución de la “gran fábrica” por otras más pequeñas, localizadas según los beneficios productivos.

Los espacios industriales en América.

Las áreas urbanas de América (principalmente las de América anglosajona y las metrópolis y megaciudades de América Latina) presentan un gran desarrollo industrial. Originalmente, las fábricas se localizaban en el interior de las ciudades, Luego, se trasladaron a la periferia.

La industria en el continente.

Desde la época colonial, América Latina se insertó en el mercado mundial como productor de materias primas. El sector secundario, en cambio, era mínimo, y se relacionaba fundamentalmente con la industrialización de los cultivos,

Así, durante siglos, la región obtuvo los bienes manufacturados primero de Europa y luego también de los Estados Unidos. A partir de 1930, una crisis económica mundial impidió a los países de la región seguir importando los bienes industriales. Fue entonces cuando algunos de ellos, como México, el Brasil y la Argentina, desarrollaron su propia industria, Esta industria por sustitución de importaciones era principalmente liviana (alimentos y vestimenta) y destinada al mercado interno. Con el tiempo se fue desarrollando también la industria pesada: metalúrgica, siderúrgica, química y de maquinarias.

En la década de 1980, el proceso de industrialización de América Latina se vio interrumpido por una crisis económica en la región, que afectó a la industria destinada al mercado interno y que llevó a muchas empresas a relocalizarse en otras partes del mundo. Actualmente, una parte importante de la industria latinoamericana procesa las materias primas para su exportación (como las aceiteras). Además, produce manufacturas de baja complejidad (como textiles y calzados),

En el caso de América anglosajona, su industrialización fue anterior. Su gran crecimiento se produjo luego de la guerra de Secesión (1861-1865) de los Estados Unidos, que acabó con la esclavitud en ese país. La reconstrucción del país luego de la guerra favoreció a la actividad económica. Además, se fomentó la inmigración, con lo que creció el mercado interno. Una característica distintiva de la región fue el desarrollo temprano de la industria pesada. Además, se impusieron las grandes empresas industriales, que integraban diferentes fases del proceso productivo,

Actualmente, sus países son potencias económicas de escala mundial, con industrias modernas que desarrollan la alta tecnología de la información y las comunicaciones.

Otras industrias de la región, como la automotriz estadounidense, sufrieron, en cambio, el cierre de numerosas plantas que se relocalizaron en países con costos laborales menores.

Los factores de localización industrial.

Durante el período en el que se aplicó el modelo fordista, las empresas comenzaron a instalar sus fábricas en los lugares más ventajosos aquellos que les permitían reducir al máximo los costos de producción. Así, los factores que tenían en cuenta para ello eran:  La disponibilidad de materias primas y energía. La facilidad para el transporte.  La existencia de mano de obra abundante, barata y calificada.  La cercanía de industrias complementarias. La existencia de mercados consumidores.  Una legislación laboral, ambiental y fiscal favorable para la actividad.

Las principales áreas industriales en América.

La industrialización en América impulsó el crecimiento económico y demográfico de las ciudades. Así, entre los siglos XIX y XX, se formaron grandes áreas industriales en las principales ciudades del continente. 9 Eje industrial San Pablo-Río de Janeiro-Belo Horizonte, en el sudeste del Brasil. Las industrias más importantes allí son la fabricación de maquinarias, la siderurgia y las industrias automotriz, química y alimentaria.  Área central de México, donde se encuentran la Ciudad de México, Puebla e Hidalgo. Estas ciudades concentran casi la mitad de la producción fabril del país. Allí se desarrollan las industrias siderúrgica, textil, mecánica y automotriz.  Frente fluvial Paraná-Plata, en la Argentina, entre las ciudades de San Lorenzo y La Plata. Agrupa fábricas textiles, siderúrgicas, petroquímicas y aceiteras (los aceites de soja y maíz son los principales productos de exportación del país).

En Córdoba hay otra área industrial importante, con fábricas automotrices y alimentarias. Esta localización se vincula con el extenso mercado consumidor de las ciudades y la presencia de recursos naturales. 9 Franja industrial Caracas-Barquisimeto, en Venezuela. Allí se localizan las industrias química, metalúrgica, textil y alimentaria.

La industria de este país se vio impulsada por la actividad petroquímica. Valle central de Chile. En este eje urbano industrial se desarrolla la agroindustria (bodegas, por ejemplo) y las industrias derivadas de la minería y la pesca. Nordeste de los Estados Unidos y sudeste de Canadá, en torno a los Grandes Lagos, en ciudades como Pittsburg, Chicago, Detroit, Toronto y Montreal.

 Es la región más densamente poblada de América anglosajona. Allí se destacan la siderurgia y la industria automotriz.  Oeste de los Estados Unidos y Canadá, en las ciudades de Seattle, Vancouver, San Francisco y Los Ángeles. De desarrollo más tardío, allí se ubican las industrias aeronáutica, electrónica e informática.

Las nuevas tendencias en la localización industrial.

Desde hace cinco décadas, existen nuevas tendencias en la localización industrial. Muchas industrias se desplazaron desde el interior de las ciudades hacia áreas periféricas. Así surgieron los parques industriales, grandes predios ubicados en los bordes periurbanos, donde las fábricas cuentan con servicios como energía eléctrica, agua, comunicación y transporte. Este tipo de localización puede facilitar el tratamiento de residuos peligrosos, al concentrar fábricas de un mismo tipo en un lugar. En muchos casos, las empresas reciben, además, beneficios impositivos para promover su traslado.

Otra tendencia de localización industrial es la creación de distritos tecnológicos dentro de las ciudades. Para ello, se eligen, en general, barrios desvalorizados: allí se concentran empresas informáticas y de alta tecnología, con bajo impacto ambiental. Esta localización sirve, a su vez, para revalorizar esas zonas.

El sector terciario.

Las actividades económicas terciarias (servicios, comercio, transporte, turismo) consisten en la prestación de algún servicio o bien no material. En América, estas actividades se desarrollaron sobre todo durante el siglo XX, conforme las ciudades crecían, porque la mayor población requería de servicios y mercaderías diversos, Actualmente, este sector ocupa a gran parte de la población activa en el continente. 

Los servicios.

Los servicios son actividades económicas que producen bienes no materiales. Estas actividades generan las dos terceras partes del PBI per cápita, y son la principal fuente de empleo de la población en la mayoría de los países de América Latina.

En América, algunos países presentan un porcentaje mayor de servicios especializados, como salud, educación y servicios financieros: este tipo de servicios están muy desarrollados, por ejemplo, en América anglosajona y en países de América Latina como Chile, el Brasil, Colombia y la Argentina. En otros, en cambio, predominan los servicios personales básicos, como cuidado de niños o reparaciones en hogares: actividades muy extendidas, por ejemplo, en los países de América.

Comercio

Existen dos grandes tipos de comercio: el minorista (ventas por menor) y el mayorista (ventas por mayor). En América Latina, el comercio minorista es la fuente de trabajo de gran parte de la población. Este sector de la economía se caracteriza, en la región, por sus altos índices de informalidad laboral. Esto se debe, en parte, a la incidencia del comercio callejero o ambulante: esta forma de comercio constituye la actividad básica de muchas personas sin calificación que no consiguen empleo en el mercado laboral formal.

Una parte del comercio es interno: se desarrolla dentro de un país, Este tipo de comercio, esencial para la distribución de la producción, se desarrolla en todas las ciudades, desde la más pequeñas hasta las más grandes. También existe un comercio internacional, entre Estados. Las empresas exportadoras suelen ubicarse en las grandes ciudades y, sobre todo, en las ciudades puerto, como Valparaíso en Chile o Santos en el Brasil. Una forma especial de comercio internacional es el intrarregional, producido entre países asociados o pertenecientes a un mismo bloque regional: por ejemplo, la Argentina y el Brasil.​

El turismo.

En muchas ciudades de América Latina y el Caribe, el turismo es una importante fuente de ingresos y puestos de trabajo, y fomenta, además, el desarrollo de infraestructura.

En algunos países, como Jamaica, Costa Rica o Uruguay, los ingresos generados por la actividad turística superan incluso a los producidos por las exportaciones. México lidera la recepción de turismo internacional: representa el 40 % del total de la región.

Le siguen el Brasil, República Dominicana y la Argentina. También existe un turismo interno (el que realizan las personas dentro de su país) y regional (entre países vecinos): ciudades balnearias como Punta del Este o Florianópolis son los más elegidos por los turistas sudamericanos. En América anglosajona, el turismo cuenta con un gran desarrollo en las megalópolis del este (eje Boston Nueva York-Washington), en Las Vegas y en los centros veraniegos, como Miami, San Francisco o Los Ángeles.

Transporte

El transporte es una actividad terciaria que abarca el traslado de bienes y personas de un lugar a otro: por ejemplo, desde el lugar de producción hasta el sitio de venta de un bien, o desde el hogar hasta el sitio de trabajo de una persona.

Sistema ferroviario.

En América Latina y el Caribe, el transporte ferroviario se desarrolló a fines del siglo xix, y surgió como transporte de carga: se utilizaba para trasladar las materias primas desde los centros de extracción o producción hasta los puertos. Por esta razón, las redes ferroviarias se encuentran poco desarrolladas en el interior de los países. En América anglosajona la red de ferrocarriles es más amplia y conecta la mayor parte de los centros urbanos. La región cuenta, además, con servicios que comunican las ciudades de ambas costas.

Transporte automotor.

En América anglosajona, la producción fordista, junto con el combustible barato, permitieron que el automóvil se convirtiera en un medio de transporte popular desde principios del siglo xx. En consecuencia, se construyeron miles de kilómetros de carreteras, fundamentalmente entre las grandes ciudades de la costa este. En América Latina y el Caribe, el transporte automotor creció a partir de 1950. Las primeras rutas fueron trazadas paralelas a la red ferroviaria, y vinculaban centros productivos. Actualmente, este tipo de transporte reemplaza a los ferrocarriles en muchos países.

Según el soporte que utilizan, se distinguen diferentes tipos: ferroviario, automotor, acuático y aéreo. También se pueden diferenciar por su uso: hay un transporte de pasajeros (personas) y un transporte de carga (mercancías). Finalmente, existen sistemas urbanos, interurbanos e internacionales, de acuerdo con las áreas que conectan,

Transporte acuático.

Existen dos tipos: el marítimo (que circula por mares y océanos) y el fluvial (por ríos). El marítimo se utiliza para transportar grandes volúmenes de carga a grandes distancias, y requiere de puertos con mucha infraestructura.

En América anglosajona, los puertos con mayor movimiento comercial son el de Los Ángeles-Long Beach (costa pacífica) y el de Nueva York (costa atlántica).En América Latina, los países que ocupan los primeros puestos por su actividad portuaria marítima son el Brasil, México, la Argentina, Chile y Ecuador. La navegación fluvial, por su parte, permite la comunicación interior.

Transporte aéreo.

Este tipo de transporte requiere de una infraestructura costosa. En América, la red de transporte aéreo está asociada a la red urbana: los aeropuertos de mayor tráfico están, en general, en las ciudades más grandes. En Latinoamérica, solo las ciudades grandes y las medianas de relativa importancia cuentan con aeropuertos o aeroparques. En América anglosajona, en cambio, estas e instalaciones son muy frecuentes incluso en las ciudades pequeñas.

Las actividades cuaternarias.

Las actividades cuaternarias están vinculadas a la prestación de servicios avanzados, como la investigación, la publicidad y la consultoría, Las empresas destinan grandes inversiones a este sector, con el objetivo de generar innovaciones en sus producciones. Estas actividades se concentran en los espacios de innovación, que convierten a las ciudades que los albergan en centros de comando económico.

El sector cuaternario.

El sector cuaternario o terciario avanzado surgió en América anglosajona y creció mucho en los últimos años, con el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Incluye actividades vinculadas a servicios intangibles* y con alto valor agregado, tecnológico y de capital humano.

Las más importantes son la producción de innovación tecnológica en desarrollos financieros y tecnologías de la información y la comunicación, y la investigación de mercados. Todas ellas procuran desarrollar nuevos productos, mejorar la organización de los procesos de trabajo y aumentar el rendimiento de los sectores productivos. Estas actividades se desarrollan en lugares creados especialmente para ello: los espacios de innovación, tecnópolis o polos científico-tecnológicos. Allí conviven fábricas, empresas de servicio y centros de formación científica y tecnológica, Es el caso del Silicon Valley, en California: el principal centro de desarrollo de la informática. Concentra las universidades de Berkeley y Stanford, y empresas transnacionales de alta tecnología, como Google, Hewlett-Packard, Intel y Yahoo.

En América Latina, estas actividades se desarrollan en las ciudades más grandes de los principales países de la región: el Brasil, México, la Argentina, Colombia y Chile, que suelen brindar sus servicios a países vecinos.

Centros de comando económico Los avances en el sector cuaternario, como la conexión en tiempo real (internet) y el desarrollo de nuevos dispositivos para transmitir y almacenar información, y la generalización de su uso, permitieron a muchas empresas fragmentar y separar las distintas etapas del proceso de producción,

A pesar de estas nuevas posibilidades, las empresas siguen concentrando sus sedes físicas en las ciudades más grandes: son los centros de comando económico. Se trata de áreas urbanas que concentran gran cantidad de actividades del sector cuaternario. Nueva York, San Pablo, Chicago, Ciudad de Buenos Aires, Ciudad de México y Boston son algunos de los centros de comando económico que existen en el continente.

Dentro de estas ciudades comando, las empresas se ubican en los centros comerciales y de negocios, debido a que son áreas de gran accesibilidad y que agrupan otras empresas del sector cuaternario, Esta ubicación, a su vez, revaloriza algunos lugares del entra[1]mado urbano, sobre todo en Latinoamérica: así sucedió, por ejemplo, con Puerto Madero en la Ciudad de Buenos Aires, City Santa Fe en la Ciudad de México, El Pedregal en Bogotá o Miraflores en Lima.

La expansión y mercado mundial.

Dos de las actividades cuaternarias que se desarrollan en centros comerciales y de negocios son el marketing y la publicidad. Estas actividades tienen gran importancia para las empresas. Su expansión está asociada al crecimiento del mercado mundial.

Se trata de dos actividades muy relacionadas entre sí: el marketing estudia las necesidades y comportamientos de los consumidores, mientras que la publicidad se encarga del diseño de propagandas para ofrecer los productos que satisfagan esas necesidades. Actualmente, las empresas de marketing y publicidad asesoran a otras que buscan colocar bienes y servicios en diferentes mercados del mundo: al conocer en detalle a los consumidores, pueden posicionar sus productos mejor que su competencia y adaptarse a los gustos y preferencias locales.

Tecnología de punta

Dentro de las actividades tecnológicas se encuentran aquellas ligadas a la investigación científica y el desarrollo tecnológico. El producto de estas actividades puede ser aplicado, más tarde, a las actividades primarias (en el caso de la biotecnología, que desarrolla, por ejemplo, semillas transgénicas), secundarias (por ejemplo, el desarrollo de la robótica) o terciarias (un nuevo programa informático que mejora la gestión empresarial).

El desarrollo de tecnología de punta* tiene grandes beneficios para la economía. Sin embargo, es una actividad muy costosa y riesgosa: una empresa puede invertir en una investigación y no obtener resultados provechosos. Por eso, los Estados suelen estimular esta actividad mediante subvenciones o exenciones impositivas a las empresas privadas que emprenden estas inversiones.

En los países latinoamericanos es común incluso que sea directamente el Estado quien realiza la mayoría de estas investigaciones, mediante las universidades públicas y otros organismos de investigación y desarrollo.

FUENTE: Adaptación de GEOGRAFÍA 2, América: sociedad, espacios y recursos Autores Carpentieri, Yanina, Conceira, Pablo, Andres, Savoie Edición 2020 Editorial Mandioca. SERIE LLAVES

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